La Federación de Empresarios de Transporte de Castilla-La Mancha (Fetcam) ha exigido este martes que las medidas de cierre del ocio nocturno no incluyan los establecimientos de carretera y polígonos industriales para que puedan dar servicio a los transportistas.
En un comunicado, la Fetcam ha apoyado la reclamación de la Federación Regional de Empresarios de Hostelería ante la Consejería de Economía, Empresas y Empleo para que se permita, al menos, la apertura de estos bares en carretera, lo que permitirá también el mantenimiento de puestos de trabajo y de establecimientos hosteleros.
Asimismo, la Federación ha informado de que ha trasladado este asunto al consejero de Fomento, Nacho Hernando, al que ha pedido que "subsane esta eventualidad a la mayor brevedad" y facilite la labor diaria de los profesionales del transporte y de los hosteleros que les atienden en su tránsito por las carreteras.
De hecho, Fetcam ha lamentado que las medidas del Gobierno central y de los ejecutivos autonómicos en este sentido, para cerrar los locales de hostelería y ocio nocturno a partir de la una de la madrugada, se olvidan una vez más de este colectivo dedicado al transporte por carretera.
En este sentido, Fetcam ha precisado que en Castilla-La Mancha hay 25.000 empresas de transporte y 75.000 empresas dependientes de este sector que trabajan 24 horas al día los 356 días del año, por lo que las medidas adoptadas no pueden pretender que "una vez más el camionero se las apañe como buenamente pueda".
A este respecto, ha recordado que en los meses de marzo, abril y mayo, con el estado de alarma vigente, los transportistas se vieron obligados a "hacer sus necesidades en medio de cunetas, en medio de la nada, y no poder tomarse como mínimo un café en su descanso reglamentario".
"El sector se está deshumanizando a pasos agigantados, nos estamos convirtiendo en autómatas", ha sentenciado la Federación de transportistas de la región, al tiempo que se ha preguntado dónde va a llegar esta situación de decretazos" y ha reclamado que los transportistas puedan trabajar "con un mínimo de dignidad" para, entre otras cosas, poder surtir de productos los supermercados, farmacias y tiendas.