El Ministerio de Sanidad ha vuelto a actualizar la 'Estrategia de Detección Precoz, Vigilancia y Control del Covid-19' para aconsejar a las comunidades autónomas que, de cara al aumento de las necesidades diagnósticas debido al incremento habitual de las infecciones respiratorias, como es el caso de la gripe, en los meses de otoño e invierno, así como a la necesidad de poner en marcha estrategias de vigilancia en entornos críticos como son los centros educativos, cuenten con un 'stock' suficiente de test Covid-19 para cubrir las necesidades que pueda haber durante un mínimo de dos meses.
Y es que, tal y como señala en la estrategia el departamento que dirige Salvador Illa, el diagnóstico diferencial en las personas con síntomas respiratorios será clave para identificar los casos de Covid-19 y tomar las medidas pertinentes. En este sentido, destaca la necesidad de que las comunidades cuenten con recursos humanos y materiales suficientes, así como que acuerden objetivos comunes sobre estrategias de diagnósticos que permitan poner en marcha las medidas "más oportunas" para el control de la pandemia del coronavirus.
"Las comunidades autónomas, con el apoyo de la Administración central, deben contar con estrategias ágiles y flexibles que permitan adaptarse a la situación epidemiológica y a los recursos disponibles en cada momento y que garantice la capacidad diagnóstica ante un probable aumento de la demanda. Deben definirse las capacidades actualmente disponibles y la forma de aumentar estas capacidades según la evolución epidemiológica del Covid-19 y la necesidad de diagnóstico diferencial con las infecciones respiratorias agudas", señala Sanidad en el texto.
Así, y como parte de esta estrategia, de forma continua, establece que las comunidades deben revisar el volumen de pruebas diagnósticas que se están realizando en cada momento y ajustar sus reservas de material, asegurando la disponibilidad de suficientes recursos para evitar roturas de stock, como mínimo de ocho semanas de trabajo.
Pruebas y equipos
Este material debe incluir lo necesario para la realización de las pruebas diagnósticas (kits de PCR, torundas, medios de transporte para la toma de muestras, soluciones de inactivación, reactivos de extracción de ácidos nucleicos o pruebas rápidas de antígenos, entre otros) y los equipos de protección personal necesarios para realizarlas.
Al mismo tiempo, el Ministerio de Sanidad recalca en la actualización de la estrategia la importancia de que se cuente con un mecanismo que asegure en épocas de escasez de material la prioridad del envío de los mismos hacia los laboratorios que realizan diagnóstico clínico en centros sanitarios.
Por otra parte, el documento incluye por primera vez las pruebas rápidas de detección de antígenos, señalando que dependerá del ámbito de realización, la disponibilidad y de los días de evolución de los síntomas el hecho de que se utilicen estas pruebas o una PCR. En concreto, a toda persona con sospecha de infección por el SARS-CoV-2 (ver definición de caso sospechoso) se le realizará una prueba diagnóstica de infección activa por SARS-CoV-2 en las primeras 24 horas.
Si la PDIA (pruebas diagnósticas de infección activa, que puede ser una PCR o un test rápido de antígenos) resulta negativa y hay alta sospecha clínica de Covid-19 se valorará repetir la prueba. Asimismo, si se realizó una detección rápida de antígeno de inicio, se realizará una PCR; si bien si se realizó una PCR de inicio, se repetirá la PCR a las 48 horas.
Adecuado seguimiento
En el caso de que la PDIA continúe siendo negativa y hayan transcurrido varios días (al menos 7) desde el inicio de los síntomas, se podría plantear la detección de IgM mediante una prueba serológica tipo ELISA u otras técnicas de inmunoensayo de alto rendimiento. Asimismo, Sanidad recuerda que es fundamental tener en cuenta que para el adecuado seguimiento de la pandemia, es necesario disponer de información precisa sobre el número de pruebas diagnósticas realizadas
En el caso de las PCR, se ha establecido un sistema de información basado en laboratorios (SERLAB) a nivel del Ministerio de Sanidad, que lleva en funcionamiento varios meses. En el caso de las pruebas rápidas de antígeno, dado que no se realizan a nivel de los laboratorios, se deberán establecer sistemas de registro en todos los puntos de uso que permita tener una trazabilidad completa del número de pruebas realizadas y del resultado de las mismas con transmisión de la información al Ministerio de Sanidad.
Finalmente, el departamento que dirige Salvador Illa recalca que en el caso de demanda importante de realización de pruebas, las comunidades deberán establecer los circuitos necesarios para la priorización en la realización de las mismas. Así, establece como prioritarios a los pacientes sintomáticos graves o vulnerables, seguido de pacientes que necesiten ingreso hospitalario por otras patologías y de otros pacientes sintomáticos.
"Debe priorizarse también el estudio de brotes en ámbitos estratégicos y en determinados entornos como centros sanitarios, sociosanitarios o educativos. Para ello, las comunidades deben implementar un sistema de solicitud de pruebas de diagnóstico de SARS-CoV-2 que incluya su categorización en el punto de toma de la muestra en relación con su contexto clínico o epidemiológico, y así facilitar la priorización de los estudios microbiológicos por parte de los laboratorios de Microbiología", finaliza Sanidad.