Castilla-La Mancha, teniendo en cuenta los últimos datos oficiales sobre la evolución de la pandemia, se sitúa en nivel cuatro (extremo) de riesgo por coronavirus atendiendo a los nuevos indicadores aprobados este jueves por el Ministerio de Sanidad con el visto bueno de la mayoría de comunidades autónomas -todas salvo Madrid y Euskadi-. El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha asegurado este viernes durante una comparecencia que si una región llega al nivel más alto se tendrán que "adoptar medidas excepcionales" como sería el estado de alarma, que tendría que pedir la propia comunidad autónoma.

En dicho escenario,el departamento que dirige Salvador Illa aconseja a las distintas regiones limitar al máximo los contactos sociales, con reuniones de hasta seis personas, permanecer en los domicilios y limitar los horarios de apertura al público hasta las 22.00 horas en los establecimientos con servicio no esencial. Eso sí, son las distintas administraciones autonómicas las que tienen que tomar la decisión final y plasmar con normativa autonómica, adaptada a su propia realidad territorial, dichas recomendaciones del Ministerio, algo que en Castilla-La Mancha todavía no ha ocurrido.

De hecho,el director general de Salud Pública de la Junta, Juan Camacho, ha señalado este viernes durante una rueda de prensa que texto acordado será para Castilla-La Mancha "un acuerdo de mínimos sobre el que trabajar", que se trata de medidas "orientativas" basadas en ejes "de mayor o menor riesgo" y que en el caso de la región irán acompañadas de más premisas.

"Las medidas no pueden ser iguales en Madrid que aquí, porque la realidad social y geográfica es distinta", ha defendido, detallando que el documento ministerial establece que para los municipios de menos de 5.000 habitantes algunos de los indicadores establecidos "no son de aplicación", algo con lo que Castilla-La Mancha está "de acuerdo". Eso obliga a hacer un trabajo técnico "muy fino" a la hora de aplicar estrategias concretas en territorio castellano-manchego, ha explicado.

Así, en cuanto a afinar más las medidas a partir del documento técnico, el director general ha defendido que Castilla-La Mancha prefiere "un traje a medida" antes que "un chándal". "Las realidades de cada municipio son distintas y hay que modular", ha insistido.

Para evaluar el riesgo en cada territorio, el Ministerio de Sanidad plantea ocho indicadores principales, divididos en dos bloques. En el primero se evalúa el nivel de transmisión del virus a través de la incidencia acumuladapor cada 100.000 habitantesen 14 y 7 días, la incidencia acumulada dentro del grupo de personas de más de 65 años, el porcentaje de positividad de las pruebas diagnósticas y el porcentaje de casos con trazabilidad. En el segundo bloque se mide la ocupación de camas en hospitales y en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

Teniendo en cuenta estos valores y aplicándolos a las últimas estadísticas de las Comunidades Autónomas, Castilla-La Mancha se sitúa en el cuarto nivel, con "riesgo extremo", junto a Aragón, Castilla y León, Cataluña, Madrid, Navarra, La Rioja, Ceuta y Melilla.

Puesto que el nivel se fija en base al nivel más alto alcanzado en cada uno de los dos bloques de indicadores simultáneamente, Castilla-La Mancha se sitúa en el más alto porque ha tenido 370,22 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días y 167,69 en los últimos siete. Además,el porcentaje de positivos en las pruebas diagnósticas es del 15,3 %. En cuanto a la capacidad asistencial, un 15,1 % de camas convencionales están ocupadas y un 24,9 % de las camas de UCI.

De este modo, los tres indicadores de situación epidemiológica están en riesgo extremo, mientras que, de los dos de capacidad asistencial, uno se encuentra en nivel extremo y otro en nivel alto. Cabe destacar que todos ellos, a excepción delnivel de transmisión del virus a través de la incidencia acumulada siete días, se sitúan por encima de la media nacional.

Limitaciones en las zonas de mayor incidencia

En este sentido, para las zonas de mayor incidencia, es decir, las que se sitúan en un nivel de alerta alto, ya que el documento no refleja actuaciones para el nivel extremo, Sanidad aconseja limitar al máximo los contactos sociales, reuniones sociales de hasta seis personas, recomendar permanecer en los domicilios y limitar los horarios de apertura al público hasta las 22.00 horas en los establecimientos con servicio no esencial.

No obstante, en el caso específico de los establecimientos de restauración y hostelería, se señala que será la autoridad sanitaria quien deberá valorar el cierre de las zonas interiores de los establecimientos, y en su defecto reducir los aforos al máximo posible. Los establecimientos podrán dar servicio de recogida en local, envío a domicilio o recogida en vehículo en todos los niveles de alerta.

En estas zonas de alto riesgo, se establece también la necesidad de que se aconseje a la población evitar los espacios cerrados en los que se desarrollen actividades incompatibles con el uso de las mascarillas y concurren muchas personas (como los gimnasios); y valorar la limitación de entradas y salidas del área territorial evaluada, excepto para actividades esenciales; acudir sólo al trabajo para reuniones concretas.

También se propone limitar el aforo de los velatorios, entierros y ceremonias fúnebres a un máximo de 10 personas en espacios cerrados y de 20 en espacios abiertos; aplazar, si es posible, las bodas, bautizos o comuniones y, sino, cumplir los aforos marcados en los velatorios; y suspender las actividades en centros de día, discapacitados o recreativos de mayores y de jóvenes; entre otras muchas medidas.

La situación "dista mucho de ser buena"

Ahora es el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Sanidad, el encargado de adaptar su protocolo de medidas anticovid al nuevo documento de recomendaciones aprobado a nivel nacional. Este viernes nuestra región se encuentra en el escenario de riesgo más elevado aunque Camacho ha defendido que Castilla-La Mancha se sitúa con un nivel de incidencia acumulada en los últimos siete días por debajo de la media y que se detecta "cierta mejoría" en "zonas calientes" como Talavera de la Reina o Guadalajara.

"No estamos tan mal como estábamos en la primera oleada, eso es cierto, y geográficamente somos los mismos", ha celebrado, si bien ha afirmado que la situación "dista mucho de ser buena y eso obliga a persistir en el esfuerzo y a modificar todas las actitudes necesarias para seguir en una situación de estabilidad".

Camacho también ha hecho alusión a las cifras notificadas por Castilla-La Mancha este jueves, con más de mil casos nuevos confirmados --cifras que, según ha dicho, serán similares a las de este viernes--, achacando este aumento al hecho de que se están realizando en la región más test de antígenos, que al aportar resultados instantáneos elevan la cuenta a los casos diagnosticados por pruebas PCR realizadas hace días pero detectadas ahora.