El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha vuelto a abogar por una "disciplina" de medidas restrictivas común en el conjunto del país, al tiempo que ha considerado que el hecho de que se permitan reuniones familiares no tiene por qué ser negativo, ya que si los encuentros se circunscriben a este entorno la eventual propagación del virus puede controlarse.
A preguntas de los medios de comunicación, García-Page ha señalado que lo que más "aterra" a las autoridades sanitarias es el índice de propagación en espacios públicos concurridos.
"Las reuniones familiares pueden preocupar, pero se puede rastrear el virus gracias a nuestros equipos de rastreadores, que están funcionando bien", ha insistido.
Defiende al Rey en la polémica de los exmilitares
Por otro lado, García-Page ha defendido que el Rey Felipe VI no se pronuncie tras la polémica del chat entre militares retirados en el que se aludía a propiciar un golpe de Estado o fusilar a 26 millones de españoles, recordando que constitucionalmente el monarca "tiene prohibido intervenir en la vida política".
A preguntas de los medios desde Toledo antes de participar en un acto junto a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, García-Page ha criticado en este punto cómo "algunos" actores políticos le piden ahora al Rey pronunciamiento al respecto de esta polémica "cuando hace nada le decían que no era neutral" en otros asuntos políticos.
"Los mismos que le dicen que se pronuncie hace nada le criticaban por no ser neutral, pero lo mejor es dejar tranquila a la Jefatura del Estado", ha indicado.
Sobre el contenido del chat, ha pedido "no mezclar" el comportamiento de ciertas personas con la institución de las Fuerzas Armadas.
Así, tras asegurar que hay que estar "orgullosos" del funcionamiento del Ejército en esta "época democrática", ha abundado en que estos comportamientos "individuales" sólo perjudican a quien los ejerce, y no a la institución armada.