La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha pedido al PP y a la Comunidad de Madrid que, con vistas a la Semana Santa, se mantenga una perimetración que evite la salida de ciudadanos de aquellas comunidades que tienen una incidencia más alta a otras con una positividad más baja, porque si no se hace así, se pueden complicar los datos de incidencia del coronavirus y "eso tiene un coste en vidas".
En la rueda de prensa del Consejo de Gobierno, Fernández ha insistido en que, si no se mantiene el confinamiento perimetral en aquellas comunidades donde hay mucha población, puede afectar mucho a otras comunidades autónomas, por lo que ha lanzado un mensaje a los dirigentes madrileños.
"Por favor, a la Comunidad de Madrid: hay que hacer ya un último esfuerzo porque estamos en pleno proceso de vacunación, pero hay que ser pacientes y seguir esforzándose por los mayores y las personas más vulnerables. No puede ser que la Semana Santa sea una segunda Navidad. Tenemos muchas personas en la UCI luchando por su vida", ha afirmado la portavoz del Gobierno castellano-manchego.
La perimetración es importante que se mantenga y que todas las autoridades lancen un mismo mensaje, porque la inmensa mayoría de la gente está cumpliendo, pero como vean mensajes contradictorios se corre el riesgo de que haya incumplimientos, ha manifestado Fernández, quien ha añadido que, si la mayoría de los ciudadanos están siendo muy responsables, los dirigentes políticos están obligados a tener ese mismo alto nivel de responsabilidad demostrado por la ciudadanía.
"Nos estamos jugando vidas ahora que estamos viendo luz al final del túnel", ha señalado Fernández, para quien lanzar un mensaje desde la unidad ayuda a que se cumpla y ahora un último esfuerzo es imprescindible.
Madrid se resiste
Sin embargo, poco después la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sostenido que "a priori" no es partidaria de cerrar perimetralmente la autonomía en Semana Santa aunque sí de mantener el toque de queda.
En declaraciones a los medios, tras visitar Pozuelo de Alarcón, ha asegurado: "Como queda mucho aún no se puede valorar, pero yo no soy partidaria a priori de cerrar Madrid. No soy partidaria de cerrar nada, pero tampoco de ampliar los toques de queda porque aún tenemos las UCIS en una situación complicada y porque esto puede cambiar en cualquier momento y darnos un susto".
Así, ha incidido en que la actividad por el momento se va a quedar "como hasta ahora", pero ha recalcado que no ve mal que ciudadanos de otros rincones de España o turistas de otros países acudan a la región, a sus museos o a mover la economía madrileña a través de comercios y restaurantes, "mientras que se cumplan siempre y en todo momento las recomendaciones sanitarias".
Para la dirigente madrileña, no cerrar una autonomía a estas alturas "no provoca más olas". Ayuso considera que esto no debe ser "una práctica habitual y constante", ni que se tome "tanto tiempo antes".
"No soy partidaria de cerrar ahora mismo si la situación es buena y creo que, además, es positivo que pueda haber ciudadanos que vayan a su segunda vivienda o ciudadanos que puedan venir a Madrid", ha repetido, aunque ha avisado de que si los técnicos sanitarios lo aconsejasen, no lo descarta.
Un modelo "letal" para Castilla-La Mancha
Por su parte, la vicesecretaria provincial del PSOE y diputada nacional, Esther Padilla, ha destacado los datos que presenta a día de hoy Castilla-La Mancha en parámetros como la Incidencia Acumulada o la vacunación, tras un año de pandemia de coronavirus, para defender las decisiones que se han tomado desde el Gobierno regional, convencida de que si se hubiese aplicado "el modelo de Madrid" eso "hubiese sido letal" para esta Comunidad Autónoma.
En rueda de prensa, y cuando se cumple un año de los primeros casos de COVID-19 y del inicio del estado de alarma, Padilla ha señalado que han sido "muchas las circunstancias duras que hemos vivido" así como muchas han sido las medidas que se han tenido que adoptare por parte de los distintos gobiernos y aunque tras tres olas la región no está satisfecha, porque eso solo puede decirse cuando se vuelva a la normalidad, sí es "justo", a su juicio destacar algunos datos.
Así, se ha referido a la Incidencia Acumulada que presenta actualmente la Comunidad Autónoma, de 39 casos sobre 100.000 habitantes, a siete días; o de la administración del 80 por ciento de las dosis de vacunas entregadas ya administradas a la población, lo que convierte a Castilla-La Mancha en la quinta región con más personas que han recibido ya las dos dosis.
Datos que, como ha agregado, "no solo los dice el PSOE" sino también algún medio nacional que habla del "milagro" experimentado tanto en esta región como en Extremadura, algo que ha agradecido pese a reconocer que más que de milagro hay que hablar del "trabajo ímprobo de miles de profesionales de los distintos sectores que han trabajado de manera muy dura, dando la cara en todo este año" y al de la población, "que en su mayoría ha tenido una actitud responsable".
De la misma forma que ha querido incidir la diputada socialista en las "medidas duras pero también valientes" que ha tomado el Gobierno de Castilla-La Mancha para combatir esta pandemia, señalando que "cualquier gobernante quiere que todo vaya viento en popa pero la responsabilidad también implica tomar decisiones difíciles pero que hoy estamos viendo que eran las mejores para tener los resultados que estamos teniendo en comparación con otras comunidades autónomas".
Dicho esto, ha aludido a la posición del Partido Popular de la región, que ha defendido el "modelo Madrid", a pesar de que esta región tiene "el triple de casos" que Castilla-La Mancha, para criticar que, haber aplicado ese modelo que defiende el presidente regional del PP, Paco Núñez, "hubiera sido letal" para la región, teniendo en cuenta que la población de la Comunidad Autónoma está "más envejecida" que Madrid.
Esther Padilla ha concluido asegurando que desde el PSOE van a seguir "defendiendo y apoyando a los gobiernos" y las distintas medidas "aunque sean duras y difíciles" porque "está en juego la vida, la salud y la economía".