La ciencia ha comenzado a investigar otra de lasposibles consecuencias del coronavirus:erecciones de hasta 4 horas.
Publicaciones médicas han reportado al menosdos casos de pacientes mayores de 60 añosque han sufridopriapismo(erecciones sin estímulo sexual) mientras estaban en la UCI siendo atendidos de la enfermedad. Uno de ellos se recuperó, mientras queel otro murió días después.
Los dos casos han sido analizados por artículos en elAmerican Journal of Emergency Medicine. Uno de ellos se produjoel verano pasado en Miami.Unhombre de 69 añoscon problemas de obesidad llegó a la Unidad de Cuidados Intensivos en condición grave por coronavirus.
Los médicos lo sedaron ylo colocaron boca abajo, una técnica para ayudar a que el aire fluya mejor por los pulmones. Tras 12 horas en esa posición, los enfermeros lo voltearon boca arriba y entoncesnotaron que tenía una erección.
Aplicaronal pene un paquete de hielopara tratar de bajarla, pero no dio resultado, ytras tres horas de erecciónfinalmente decidieronextraer la sangre del miembro con una aguja. El pene cedió y el paciente no volvió a tener episodios de priapismo. Sin embargo,días después muriódebido al coronavirus.
El otro caso registrado se produjo también en el verano pasado, pero en laciudad francesa de Versalles,según reporta Forbes. Unhombre de 62 añosllegó a Cuidados Intensivos con fuertes síntomas de coronavirus y muy grave. También fuesedado y conectado a un respirador,y en el examen físico encontraron que tenía una erección.
Al igual que en el otro caso, al ver queel pene no cedía tras cuatro horas, aplicaron hielo sin éxito, y finalmente decidieron extraer sangre con una aguja, en la que también encontraron coágulos. El pene del paciente volvió a su estado normal, y días despuéslogró salir adelantey superar la enfermedad.
En ambas publicaciones, los científicos concluyen que posiblemente loscoágulos formados debido al coronavirus(una secuela probada de la enfermedad) impidieron que lasangre saliera de los conductos cavernososdel pene, impulsando la erección.
Los médicos admiten queaún no hay suficiente evidenciapara identificar al priapismo como una consecuencia directa de la enfermedad, pero han hecho un llamado paraestudiar a fondo futuros casos