La nueva ley del juego de Castilla-La Mancha presenta una serie de novedades dirigidas a proteger a los colectivos vulnerables, entre las que destacan la distancia mínima de 300 metros de los establecimientos de juego respecto a los colegios o de 150 metros entre ellos, la prohibición de la publicidad de estos locales y la posibilidad de que los ayuntamientos declaren 'zonas saturadas' de locales de juego.
El Consejo de Gobierno reunido este martes ha tomado en consideración el anteproyecto de ley de régimen administrativo y del juego de Castilla-La Mancha, que vendrá a sustituir la actual ley vigente desde 2013 con la que han proliferado en la región este tipo de establecimientos del sector de juego privado, con la consiguiente preocupación social de los padres, ha informado en rueda de prensa el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina.
"Tenemos demasiados establecimientos de juego en relación con la población", ha asegurado Ruiz Molina, quien ha apuntado que Castilla-La Mancha pasó de tener 51 establecimientos antes de 2013 a 200 en 2020. "Se ha multiplicado por cuatro en siete años" debido a la "laxitud" de la normativa actual que ha situado a esta región como una de las de mayor densidad de locales de juego, 9 por cada 100.000 habitantes, frente a los 7 de Madrid, los 2 de Cataluña, los 3 de Galicia o los 5 de Castilla y León.
El consejero ha explicado que en la nueva ley se revisa también el régimen sancionador, de forma que se incluyen como conductas muy graves algunas que ahora no están previstas, como permitir la entrada de menores y de ludópatas que hayan pedido estar incluidos en una lista de prohibición de acceso, así como el incumplimiento de horarios; y todo ello con sanciones "muy importantes" y "ejemplarizantes" para que no resulte más beneficioso pagar la sanción.