Este viernes entrarán en vigor las nuevas medidas de control para hacer frente al coronavirus en Castilla-La Mancha y en el resto de España durante la Semana Santa. La novedad más importante es que, desde el 26 de marzo y hasta el sábado 10 de abril, en la región estará limitada la circulación de personas en horario nocturno desde las 23:00 hasta las 6:00 horas del día siguiente, adelantándose una hora la entrada en vigor del toque de queda.
Se mantiene, asimismo, el cierre perimetral en toda la comunidad autónoma y se limita el número de personas a un máximo de cuatro en espacios públicos cerrados y seis en espacios públicos abiertos, salvo que se trate de convivientes.
Además, en espacios privados las reuniones se limitarán a los convivientes, por lo que quedan prohibidas las visitas a familiares o amigos en otros domicilios.
Ante la situación provocada por la pandemia y para evitar que aumenten los contagios, la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha ha recomendado reducir al mínimo la movilidad interior y ha desaconsejado cualquier tipo de actividad que pueda agrupar a muchas personas tanto en espacios públicos como privados.
Refuerzo de los controles
Asimismo, se reforzará el dispositivo de control y vigilancia de la circulación con el objetivo de garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias acordadas durante los días de Semana Santa. Así se ha determinado en la reunión del Centro de Coordinación Regional (CECOR) que ha presidido el delegado del Gobierno en la región, Francisco Tierraseca, quien ha señalado en una nota pública que las limitaciones y restricciones responden a "proteger la salud pública, pues el objetivo prioritario de todos los poderes públicos en esta crisis sanitaria es salvar vidas".
Tierraseca ha añadido que el despliegue contempla, también, el refuerzo de las acciones concretas que, desde hace más de un año, realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) para proteger a los colectivos más vulnerables frente a la crisis sanitaria, que "estarán atentas a cuanta acción de carácter humanitario que sea necesario realizar en las próximas fechas".
Tanto el jefe superior de la Policía en Castilla-La Mancha como el general de la Guardia Civil, presentes en la reunión, han acordado mantener el nivel de presencia que corresponda para asegurar que se cumplen los límites de movilidad, horarios de circulación nocturnos y número de personas reunidas en espacios públicos.
Durante los días del último puente de San José, que no fue festivo en la comunidad pero sí en las limítrofes, las fuerzas policiales realizaron más de 1.000 controles en carreteras y ciudades de la región, y en los días 19, 20 y 21 Policía Nacional y Guardia Civil tramitaron 633 propuestas de sanción por saltarse las restricciones impuestas por la covid-19.