El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha dejado de utilizar la mascarilla mientras pronuncia sus discursos, algo que sí venía haciendo sin falta desde el estallido de la pandemia de coronavirus. El jefe del Ejecutivo autonómico sigue usándola durante su participación en cada acto público al que acude pero, de una semana a esta parte, se la retira durante el tiempo que duran sus alocuciones, aunque la normativa vigente en la región obliga a la utilización constante de la mascarilla en todos los espacios públicos, tanto en interior como en exterior, pese a que pueda garantizarse la distancia mínima de seguridad interpersonal.
La primera vez que pudo verse al también líder de los socialistas castellano-manchegos sin mascarilla durante un acto público fue el pasado lunes 10 de mayo durante la visita realizada al Papa Franciscoen el Vaticano junto a la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, que tampoco hizo uso de ella, al igual que el Santo Padre.
Aunque dichas imágenes generaron cierta polémica en Castilla-La Mancha, donde todas las personas mayores de seis años están obligados a utilizarla en espacios públicos tanto abiertos como cerrados y aunquepueda garantizarse la distancia de seguridad interpersonal, fuentes institucionales explicaron que la ausencia de mascarilla se enmarcaba dentro de las exigencias de protocolo de la Santa Sede.
Sin embargo, a partir de ese momento el presidente castellano-manchego ha optado por quitarse la mascarilla cuando se sube al atril para hablar públicamente. Así lo hizo durante su intervención el pasado jueves 13 de mayo en Albarracín (Teruel), donde firmó un pacto contra la despoblación junto a sus homólogos de Aragón y Castilla y León, Javier Lambán (PSOE) y Alfonso Fernández Mañueco (PP), respectivamente. El primero de ellos tampoco hizo uso del cubrebocas pero el segundo sí, pese a encontrarse en un espacio al aire libre.
Un día más tarde, el viernes 14 de mayo, García-Page también se retiró la mascarilla al intervenir en el interior del Palacio de Fuensalidatras la presentación del Plan de Empleo 2021 junto a los representantes regionales de los agentes sociales y cuando pronunció unas palabras, esa misma tarde, junto a los molinos de Campo de Criptana (Ciudad Real) al visitar el museo recientemente reformado que se dedica a la fallecida actriz castellano-manchega Sara Montiel.
Este lunes 17 de mayo, el máximo responsable del Gobierno castellano-manchego también ha ofrecido su discurso sin utilizar mascarilla durante lainauguración de la plataforma logística Mountpark en Illescas (Toledo).
¿Adiós a la mascarilla obligatoria en verano?
Desde la localidad de la Sagra toledana, García-Page ha realizado además un pronóstico muy optimista: "Antes de que acabe el verano el uso de la mascarilla será muy reducido", ha asegurado, aunque no ha adelantado si el Gobierno que preside tiene entre sus planes modificar la normativa vigente a este respecto, que actualmente solo permite prescindir de la protección cuando se hace deporte, se realiza una actividad incompatible con su uso, durante el baño en piscinas o zonas similares y en caso de enfermedad.
Además, ha mostrado su alegría por comprobar que "empezamos a recuperar una cierta normalidad". "Es como para celebrarlo, un éxito colectivo", ha añadido, reconociendo que los atascos registrados durante este fin de semana en las carreteras españolas, síntoma de que se ha reactivado la movilidad al finalizar el estado de alarma, le han "parecido una bendición".
"En este país somos alegres, nos gusta la luz, nos gusta el sol pero, francamente, a la hora de la verdad somos infinitamente más formales, más cumplidores y más serios que muchos. La realidad es que hemos afrontado, sin darnos ni cuenta, sin esperarlo, una de las crisis más importantes a las que se puede enfrentar una sociedad, una crisis de pánico, de miedo que tenemos que ir perdiendo aunque eso no suponga perder la prudencia ni la paciencia. Tenemos que terminar de rematar al virus, que nadie se equivoque", ha finalizado.