La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Transición Ecológica y para el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha justificado las modificaciones de caudal en el trasvase del Tajo-Segura para evitar un uso "poco razonable que genera picos altos y bajos" y llevar a cabo una utilización "mucho más inteligente de recursos".
Así lo ha indicado la ministra este miércoles en una rueda de prensa que ha ofrecido junto al presidente de la Comunidad Valenciana,Ximo Puig, donde ha señalado que el trasvase "permite garantizar el acceso al agua a tres millones de personas". También ha pedido "tranquilidad" ante un "ruido que no necesariamente está justificado".
No obstante, Ribera ha defendido que "no es razonable confiar en que siempre vaya a haber agua aguas arriba en el volumen que se puede requerir".
Por ello, para la ministra, las modificaciones permiten "aplanar los picos que dejan fuera de la normalidad" el caudal, y tampoco ha considerado razonable que "11 meses al año estemos en aportación extraordinaria". Así, ha considerado que "era una barbaridad que se accediera a un trasvase de 38 hectómetros cúbicos en nivel 2" (de los cuatro de riesgo que hay).
En este sentido, la vicepresidenta ha abogado por "otras medidas" para "maximizar la inteligencia" en la gestión y "cumplir con el objetivo de acceso al agua", que es un "bien escaso". En este senido, ha abogado por "reforzar la disponibilidad de recursos dentro de cada cuenta", así como "incrementar la capacidad de agua desalada" y recursos que "vienen de la reutilización".
Al respecto, ha indicado que la desaladora de Torrevieja tiene capacidad para producir 80 hectómetros cúbicos, que es "todo el agua que se trasvasa a Alicante en un año" y tienen previsto aumentar su capacidad hasta 120.
Bajo esta premisa, ha abogado por "un trabajo serio con actores locales para ver de qué modo se puede hacer un uso más inteligente de los distintos tipos de agua".
Puig: "El trasvase es irrenunciable"
Por su parte, el presidente valenciano ha incidido en que la posición política del Consell desde 2015 es que "la superación de guerras estériles era fundamental", pero ha incidido en que "el trasvase es irrenunciable" para el Gobierno valenciano.
Para el president, es necesaria una "garantía de agua para siempre" en el sur de la Comunitat Valenciana y que es "fundamental para la huerta de la Vega Baja" y para el "futuro de la Comunitat Valenciana y de España". "Necesitamos garantizarles a los regantes un agua de calidad a un precio adecuado y para siempre", ha indicado.
En este sentido, ha apostado por "hacerlo con inteligencia" y ha incidido en que "en ningún momento se ha planteado el cese del trasvase", pero sí un "mix de los recursos". Según Puig, es necesario "acoplar las medidas para la reutilización de las aguas de Madrid y las nuestras propias" donde aún tienen un "gap importante".
Puig ha manifestado que "el agua es riqueza para un país" y que debería "administrarse con inteligencia" y "no hacer bandera para la confrontación política", que "no da soluciones". "Hubo quien tuvo el poder en todas las comunidades y no avanzó en la solución de este problema".