Castilla-La Mancha supera a la media nacional en servicios a la dependencia, plazas residenciales para mayores, ayuda a domicilio y teleasistencia, pero su "principal" déficit está en las rentas mínimas de inserción ya que solo lo recibe el 2 % de su población bajo el umbral de la pobreza y la cuantía es inferior a la media estatal.
Estos datos se desprenden del informe de la Asociación de Directoras y Gerentes de los Servicios Sociales que evalúa las prestaciones sociales de cada comunidad autónoma y la respuesta que han dado la pandemia, a través del Índice DEC, que mide el gasto y las coberturas que ofrecen a los usuarios.
Castilla-La Mancha ocupa el sexto puesto en la clasificación de las comunidades autónomas en el desarrollo de su Sistema de Servicios Sociales, por detrás de País Vasco, Navarra, Castilla y León, Extremadura y Asturias, con una puntuación de 5,75 (una décima menos que en el anterior informe).
Menos inversión que en 2011
El estudio destaca que desde 2013 Castilla-La Mancha muestra una pérdida constante de relevancia económica de su Sistema Público de Servicios Sociales (en términos relativos) en comparación con la media estatal, aunque en sus tres indicadores sigue por encima de la media estatal.
Así, el gasto por habitante y año es de 423,9 euros, por encima de la media estatal de 406,3 euros, pero menos que en el año anterior (428,6 euros) y menos aún que en 2011, cuando Castilla-La Mancha destinó a servicios sociales 514,0 euros.
El porcentaje del gasto de las administraciones públicas en servicios sociales respecto al Producto Interior Bruto (PIB) regional es el 2,07 % en Castilla-La Mancha frente al 1,60 % de la media estatal, pero retrocede respecto al año anterior (2,16 %).
El "principal déficit" de la comunidad autónoma son las rentas mínimas de inserción, que sólo las perciben el 2 % de su población bajo el umbral de la pobreza, mientras que la media estatal es del 7,9 %, y con una cuantía muy inferior a la media: en Castilla-La Mancha lo que recibe el perceptor representa el 14,9 % de la renta media por hogar, y a nivel estatal alcanza el 17,1 %.
No obstante, el informe de la Asociación de Directoras y Gerentes de los Servicios Sociales ha subrayado que en dos años Castilla-La Mancha ha incrementado "de manera importante" la cuantía, ya que en 2017 sólo suponía un 7,9 % de la renta media por hogar.
Otro punto débil de los servicios sociales castellano-manchegos son las plazas de alojamiento para personas sin hogar, ya que tiene 27 plazas por cada 100.000 habitantes frente a las 40,7 de media nacional.
Las joyas de la corona
Por otra parte, los aspectos más positivos de los servicios sociales de Castilla-La Mancha, son la atención a la dependencia y los servicios destinados a mayores y a personas con discapacidad.
En dependencia, Castilla-La Mancha ofrece servicios y prestaciones al 12,6 % de su población potencialmente dependiente, lo que supone una cobertura por encima de la media estatal, que es del 7,9 %, y la tasa de desatención ('limbo') en Castilla-La Mancha es "muy inferior" a la media, un 7,6 % frente al 17,1 %.
En los servicios para personas mayores, Castilla-La Mancha tiene 5,5 plazas residenciales de financiación pública por cada 100 mayores, duplicando la media estatal de 2,69, y superando incluso el porcentaje que recomiendan los organismos internacionales del total de plazas residenciales para personas mayores.
En ayuda a domicilio, la cobertura es del 6 %, más de un punto por encima de la media estatal (4,9 %) y en una tendencia creciente sostenida desde el año 2014, cuando este porcentaje en Castilla-La Mancha era del 3,6%; sin embargo la intensidad de este servicio es inferior a la media nacional, con 16,2 horas mensuales frente a 20,6 horas.
Respecto a la teleasistencia, la cobertura de este servicio en Castilla-La Mancha es del 15,4 % sobre el total de personas mayores de 65 año y la media estatal es de 10,2 %, y en cuanto a hogares y centros de convivencia hay 59,1 plazas por cada 100 mayores frente a las 44,1 de media estatal.
En servicios para personas con discapacidad, hay 1,9 plazas por cada 100 personas en Castilla-La Mancha, frente a 1,6 en la media estatal, y la cobertura en la región de plazas diurnas y ocupacionales es de 5,1 % frente a la media estatal del 2,7 %.