El actual secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha convertido este viernes en el único precandidato a ostentar el liderazgo de los socialistas de la región en los próximos cuatro años, toda vez que se ha cerrado el plazo de presentación de candidaturas con su único postulado.
De este modo, se prevé que a mediados del próximo mes de septiembre sea proclamado de nuevo secretario general de los socialistas castellano-manchegos.
El pasado 10 de julio se convocó el Comité Regional con 20 días de plazo para presentar precandidaturas, y toda vez que ha quedado cerrado al mediodía de este viernes, García-Page es el único que ha presentado su intención de comandar el partido tras un proceso en el que bastaba para postular mostrar intención expresa de querer hacerlo.
Ahora, tendrá que recabar los avales de al menos el 2 % de la militancia del PSOE para que, de forma automática, dé por renovado su mandato en la formación política.
Por lo tanto, sin necesidad de primarias, se demuestra la unión del partido, con "estabilidad y consenso" para tener "cohesión social".
Proyecto "progresista sano"
"Queremos liderar un proyecto progresista que se mimetiza con la región, dentro de un regionalismo sano, apostando por una mejor España", ha apuntado Gutiérrez, quien ofrece "regionalismo sano con un denominador común como son las políticas de progreso".
Todo ello con la apuesta de "la inversión en la política social" frente a los "recortes y tijeretazos a la clase media y trabajadora".
Este es el momento de "apostar por la estabilidad de los que siempre dicen lo que piensan, de los que no cambian de opinión según le digan en su sede electoral".
Se apuesta igualmente por "la honradez", una moneda que "tiene varias caras, y que todas tienen que ser transparentes".