Cuando preguntas, a bocajarro, qué siente al haber sido "cocinero antes que fraile" -o lo que es lo mismo haber pasado por todos los escalafones del Senado hasta ser nombrado presidente- sonríe, hace un gesto de complicidad y añade que ahora se acuerda más que nunca de sus orígenes.
"Vengo de la España vaciada y sé de las dificultades añadidas para salir adelante". Si de muestra vale un botón, nada más llegar a su despacho colgó un cuadro de un artista de Briviesca (Burgos), José María Val Citores, porque "es una buena muestra del talento y la creatividad que hay en el mundo rural", señala.
Ander Gil (Barakaldo, Vizcaya, 1974), hijo de una cocinera y de un albañil emigrante de Extremadura, es un socialista moderado y tranquilo con un discurso de izquierdas sin estridencias, pedagógico y muy didáctico que hace honor a su profesión de maestro en Educación Primaria.
Nada más terminar sus estudios, trabajó como educador en el Centro de Acogida de Menores Extranjeros no acompañados. Lo suyo en política ha sido una carrera meteórica, pasando de ser un modesto concejal y teniente de alcalde en El Valle de Mena -un pueblo del norte de Burgos limítrofe con el País Vasco- a portavoz del Grupo Socialista en el Senado y ser ahora la cuarta autoridad del Estado.
Es un corredor de fondo, melómano, amante de la bicicleta y hombre acostumbrado a lidiar con nuevos retos. De hecho, si en su día no le supuso un especial sobresalto ser elegido por su amigo Pedro Sánchez para negociar el desarrollo de la aplicación del artículo 155 -en un momento en el que acababa de estrenarse como portavoz del PSOE en la Cámara Alta-, ahora puede adaptarse sin problema a lo que venga. Por ejemplo, a buscar, tras los indultos, una salida para Cataluña con los independentistas.
"Los indultos, al igual que el 155, caben en la Constitución y por lo tanto nosotros seguimos en el mismo punto". Habla de un tiempo nuevo para la política y ataca inmisericorde los discursos incendiarios y populistas.
Oiga, ¿de qué sirve hacer una conferencia de presidentes si no participa Pere Aragonès, cuando Cataluña es uno de los asuntos que más nos preocupan?, ¿Lo del viernes fue una escena del sofá, un 'photocall' o algo más?
Esta ha sido una Conferencia de Presidentes especialmente relevante y en absoluto se trataba de hacer una escena del sofá o de salir en la foto. Se han tratado temas como la estrategia de la lucha contra el virus, la recuperación económica y la gestión de los fondos europeos. Son asuntos que interesan a todos los ciudadanos vivan donde vivan, y ellos agradecen la presencia de sus presidentes en Salamanca.
La coordinación entre los diferentes niveles de la Administración: Gobierno, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, nos hace más grandes como país y más eficaces para los ciudadanos.
Las Comunidades Autónomas nunca habían estado mejor financiadas que ahora
Pues muchos creen que el presidente de la Generalitat no fue porque previamente pactó con Pedro Sánchez una reunión bilateral. ¿Esa bilateralidad es un agravio para otros?
Los propios estatutos de autonomía recogen este tipo de foros bilaterales, que son necesarios y útiles. Con Cataluña y con el resto de las Comunidades Autónomas esta bilateralidad existe, y eso es perfectamente compatible con la Conferencia de Presidentes. Pedro Sánchez ha apostado por la cogobernanza y ese es un paso importantísimo.
¿La financiación autonómica se puede negociar en una mesa bilateral con independentistas?
La financiación autonómica es una cuestión tremendamente compleja y una prioridad para este Gobierno. Es un tema que atañe a todos los territorios de este país, y se hablará con todos. Dicho esto, las Comunidades Autónomas nunca habían estado mejor financiadas que ahora.
¿De qué cifras estamos hablando? Porque al final puede haber promesas, pero no hechos…
Estos son los hechos. Las Comunidades Autónomas han recibido el año pasado más de 26.000 millones de euros más de los que les corresponderían por la aplicación del sistema de financiación autonómica. Entre ellos destacan los 16.000 millones del fondo Covid. Y este año 2021 además van a recibir otros 13.500 millones de euros de un fondo adicional del Estado.
El Gobierno ha transferido ya 7.000 millones de euros para ayudas directas a pymes y autónomos que están en las cuentas de las Comunidades Autónomas. Además, no se puede olvidar, como anunció el presidente, que las Comunidades Autónomas gestionarán el 55% del Plan de Recuperación de 2021.
¿Qué criterios deben manejarse en la financiación, el de la población o el de los servicios? Porque ese sí que es un debate incendiario…
Ese es un debate que corresponde a los Ayuntamientos, a las Comunidades Autónomas y al Gobierno central. Pero yo creo que es necesario dar visibilidad a los pequeños municipios, y desde el Senado quiero contribuir a que se escuche su voz y se planteen todas las reivindicaciones que quieran formular.
Sea como fuere, Isabel Díaz Ayuso ya ha advertido que es la última vez que va a esta Conferencia de Presidentes si el Gobierno sigue incumpliendo el reglamento… y Feijóo afirma que ha habido más monólogos que diálogos.
A mí no me corresponde opinar políticamente de lo que decida la presidenta de la Comunidad de Madrid o afirme el presidente de Galicia u otros. Quiero ser el presidente del Senado que contribuya al diálogo entre todos los territorios, y eso incluye al Gobierno de Madrid y los demás.
En la política y en las instituciones sobra ruido, y cada día hace más falta política útil. Los ciudadanos lo que quieren ahora es que nos centremos en lo que verdaderamente importa: la recuperación económica y avanzar en la estrategia de vacunación.
Vamos, que usted coincide con Emiliano García-Page cuando dice que las reuniones de presidentes tienen que estar por encima de la jauría política y del minuto de gloria de cada uno…
Me parece sensato apelar, como ha hecho el presidente de Castilla-La Mancha, a la responsabilidad de quienes están al frente de gobiernos autonómicos y tienen la responsabilidad de responder a las urgencias de los ciudadanos y dar certidumbre. España está saliendo de la crisis económica y social más fuerte de los últimos cien años y no podemos perder la perspectiva de lo importante. Es el momento de la política útil y de los políticos sensatos y moderados.
La crispación provoca desafección política, y eso es un problema para las democracias
Permítame un inciso, ¿usted también se enteró de su nombramiento como presidente del Senado horas antes de que se anunciara, como ocurrió con algunos ministros?
Sí, me enteré, como suelen producirse estas cosas, la misma mañana que se anunció. De hecho, estaba montando en bicicleta cuando me llamaron de Moncloa.
¿Le sorprendió que Pedro Sánchez, que es su amigo personal, haya prescindido de quienes le ayudaron a llegar al poder como José Luis Ábalos o Carmen Calvo?
El Gobierno de la primera parte de la legislatura ha hecho una labor titánica en un momento difícil con la pandemia, eso hay que agradecérselo a los ministros. Ahora se inicia un tiempo nuevo en la política española, con un horizonte de recuperación económica, y el Gobierno, para seguir avanzando, necesitaba un revulsivo.
Pedro Sánchez ha hecho lo que se espera de un gran presidente: anteponer los intereses del país por encima de cualquier otro personal o de partido. Una vez más se ha demostrado que este presidente mira a España en vez de a sus intereses.
Lo que sí ha estado muy presente en el nuevo gobierno es el municipalismo. Isabel Rodríguez, que era alcaldesa de Puertollano, es la nueva portavoz y ministra de Política Territorial...
Me acaba de tocar la fibra sensible, porque tanto la ministra portavoz como yo venimos de la cantera del PSOE, y del ámbito local, de gestionar el problema del día a día de los ciudadanos. Isabel Rodríguez es una política brillante, con una capacidad de trabajo increíble, que va a aportar mucha serenidad y sensatez al debate territorial. Me gusta mucho su nombramiento.
¿Cree que la salida de Pablo Iglesias ha sido un respiro para el presidente porque ha bajado decibelios en la crispación?
Aquí el verdadero respiro para el Gobierno y para España es que seamos de los países líderes del mundo en vacunación. Eso nos permite respirar y ver el futuro de otra manera. De hecho, este mes tendremos 3,4 millones de vacunas de Pfizer extra y el ritmo de vacunación es excelente.
Admita que bajar el nivel de decibelios es responsabilidad de todos y no sólo del centroderecha, como dicen ustedes, ¿no?
Aquí tiene mayor responsabilidad quien más sube los decibelios. A mí no me corresponde señalar a nadie, pero los ciudadanos saben quiénes anteponen más sus intereses estratégicos a los intereses generales y al bien común. La crispación provoca desafección política, y eso es un problema para las democracias.
En pandemia hemos visto que la política ha sido útil, ha servido para inyectar cantidades ingentes de dinero público, y que la ciencia y los laboratorios pudieran desarrollar las vacunas en tiempo récord. Esa es la política que tenemos que poner en valor y seguir practicando desde las instituciones.
¿Comparte la opinión del presidente de Ceuta de que las declaraciones de Santiago Abascal rompen la convivencia en ese lugar caliente y sensible?
Creo que una de las grandes amenazas de las democracias son aquellos que alimentan el odio. Esos discursos cercenan los principios sobre los que se asienta la convivencia, y hay que preservar el debate político de los discursos incendiarios y populistas. Primero ellos alientan el odio y luego vienen los actos violentos que hemos visto esta semana. Las palabras que decimos los políticos no son gratis.
¿También usted sería partidario de ilegalizar a Vox? Es nada menos que el tercer partido de nuestro país.
Yo no soy partidario de ilegalizar a ningún partido. En España, a diferencia de otros países, se pueden defender todas las ideas. Soy partidario de proteger la convivencia, la solidaridad entre españoles y territorios, y hay que denunciar ese tipo de discursos. No podemos normalizar según qué cosas.
La ciudadanía en general, además de la CEOE o los obispos, han sido comprensivos con los indultos
¿Le preocupa que casi todas las encuestas, menos el CIS, den como ganador al centroderecha si hubiera elecciones, desinflando así las expectativas de la remodelación del Gobierno?
No tenemos un horizonte electoral hasta dentro de dos años, que son los que quedan de legislatura. Serán años de recuperación y de vacunación. En política las encuestas son lo que son, y dos años es una eternidad.
¿Que no se renueve el CGPJ y otras instituciones es una anomalía democrática de la que todos son culpables?
Evidentemente es una anomalía democrática no dar cumplimiento al mandato constitucional, y es muy preocupante el bloqueo que algunos están planteando intencionadamente. El Senado elige algunos miembros del CGPJ, y le puedo decir que yo, cada vez que haya junta de portavoces, voy a recordarles a sus señorías que tienen pendiente esa tarea. No es de recibo que la renovación de ese tribunal y la de otros siga bloqueada.
Dígame, su sueño, como el de sus antecesores, ¿es convertir al Senado en una auténtica Cámara de representación territorial?
Sin duda. Todos los presidentes del Senado queremos reforzar las capacidades territoriales, y el Senado debe ser una verdadera Cámara de representación territorial. Pero ahora la prioridad de todos pasa por la recuperación económica, y espero que esta Cámara sea una herramienta volcada y dedicada a la recuperación, a la estabilidad y al diálogo interterritorial tan necesario en nuestro país.
¿Cómo se pasa de defender la aplicación del 155, como ha hecho usted, a respaldar los indultos?
No se pasa de una cosa a la otra, ni hay un cambio de criterio, porque seguimos dentro de la Constitución. Tanto el 155 como los indultos se desarrollaron al amparo de la Constitución española, y por lo tanto ahí seguimos. Sobre los indultos creo que hay bastante consenso. La ciudadanía en general, además de la CEOE o los obispos, han sido comprensivos con esta medida de gracia.
¿Y de qué sirve esa medida de gracia si los independentistas indultados siguen con sus mismos planteamientos?
Los indultos ya están sirviendo para bajar los decibelios y para resituar un problema territorial en el ámbito de la política y sacarlo del ámbito judicial. Son una herramienta útil, porque aunque queda mucho trecho por recorrer, las cosas en Cataluña se están empezando a normalizar.
Pues tal vez, pero ellos insisten en la vía del referéndum, lo cual no es ni legal ni constitucional...
Nosotros somos partidarios de un acuerdo que nos permita seguir avanzado y recuperar la convivencia y el entendimiento entre catalanes y el conjunto de los españoles. Quien entiende muy bien el nuevo tiempo que se abre en la política catalana es Salvador Illa, a quien, por cierto, los catalanes le dieron su apoyo mayoritario y ganó las elecciones.
En Cataluña venimos de una etapa mala, de un conflicto que se había enquistado, y había producido un deterioro de la convivencia brutal. Creo que el Gobierno ha actuado de manera inteligente en lo político y en lo afectivo.
La España vaciada no es un reto imposible, sino una oportunidad para nuestro país
¿Si Puigdemont viene a España debe ser detenido, o en nombre de esa convivencia debe hacerse la vista gorda? Porque la Justicia europea mantiene la retirada de inmunidad.
Soy un gran defensor del Estado de derecho y de la separación de poderes. Este es un país serio y si el señor Puigdemont viene a España la Justicia funcionará, como lo hace siempre.
Los avales que ha dado la Generalitat a los implicados ¿son de dudosa legalidad, como ha dicho el Tribunal de Cuentas?
El Gobierno ya ha dicho que hay que esperar el informe del Consejo de Garantías Estatutarias para ver el anclaje del fondo del Govern y si éste está sujeto a derecho. También el propio Ejecutivo ha iniciado los oportunos mecanismos de consultas a los servicios jurídicos. En función de lo que digan, se tomarán las medidas oportunas.
Oiga, ¿los fondos europeos van a ser un bálsamo para impulsar la España vaciada o eso es misión imposible?
La España vaciada no es un reto imposible, sino una oportunidad para nuestro país, desde el punto de vista económico y ambiental, en plena lucha contra el cambio climático. Debemos asegurar la pervivencia de nuestros pequeños municipios, y se puede hacer.
Yo no creo en los milagros, pero sí sé qué se puede hacer para luchar contra la despoblación, empezando por evitar que la gente se vaya, cuidando a la gente mayor y dotando a los pueblos de servicios públicos básicos que funcionen con calidad. Los fondos son una oportunidad para la España vaciada.
Pues admita que las Administraciones locales han sido los grandes olvidados…
Sí, durante mucho tiempo las Administraciones locales se han sentido muy solas, se han sentido abandonadas y no han sido priorizadas, pero ahora no es así. Yo, desde el Senado, voy a favorecer todos aquellos foros que permitan que la voz de los ayuntamientos se escuche en el primer nivel de la política.
¿Qué le parece el varapalo que le han dado los Tribunales al Gobierno sobre el estado de alarma?
Ese es un debate, que es legítimo, sobre el paraguas jurídico que ampara al estado de alarma. Sin cuestionar en ningún momento la sentencia del Constitucional, dentro del propio Tribunal se han emitido votos particulares que expresan opiniones diferentes. Lo que no se cuestiona es la eficacia de las medidas que se han tomado en la lucha contra la pandemia, que es la que nos ha permitido salir y doblegar la curva en los momentos más duros.
Oiga, ¿ese concepto de la España multinivel, lo que oculta en realidad es una España desigual? Porque al presidente de Castilla-La Mancha le ha chirriado...
En absoluto. No es un concepto que ahonda en la desigualdad. Tenemos que buscar maneras de explicar a los ciudadanos la complejidad de un Estado que es complejo, como es el Estado autonómico, que tiene un desarrollo de cuarenta años y requiere que se busquen fórmulas para mejorar su eficacia. El modelo autonómico ha sido muy bueno, pero hay que seguir avanzando con fórmulas para hacerlo más eficaz.
Ustedes han defendido el federalismo asimétrico, una España federal y plurinacional, etcétera. ¿Y ahora dónde están?
Mi partido, sobre esa cuestión, lo dejó negro sobre blanco en la Declaración de Granada. La Constitución es la que tenemos y es muy clara en cómo se vertebra nuestro país. En el programa electoral del PSOE, en las últimas elecciones, se apostaba a futuro por un Estado federal. Y ahí estamos.