Ser celoso, en general, está mal visto. Se piensa de esa persona que tiene un problema mental. Se piensa de la persona celosa que hace la vida imposible al otro, que sufre ella misma y que será la causa de destruir una relación….y por otra parte, también parece que tener unos celillos (¿en qué grado?) son una señal de amor.
El artículo de hoy espero que sirva para intentar diferenciar si cuando nos sentimos mal, celosos, por causa de nuestra pareja o de otros de fuera, llevamos razón, o estamos sacando del baúl todas nuestras inseguridades y complejos, o nuestra pareja también, por sus inseguridades y complejos o por chulería, se está comportando de formas 'sospechosas'.
Tan sencillo como eso. ¿Hay comportamientos que en general desde fuera se interpretarían como poco normales y disparadores de celos? ¿Desconfianza? Llamémoslo como queramos. Y es que la mayoría de ellos, en el fondo, están cargados de subjetividad.
Es importante saber lo que nos hace más susceptibles a ser celosos:
- Tener una buena autoestima (normal), es protectora.
- Haber sufrido anteriormente situaciones de parejas celosas o de parejas infieles.
- Ser desconfiado, en general, nos hace mas predispuestos.
- Haber vivido en una familia con ese tipo de problemas.
- Tener un TOC puede hacer que cualquier conducta 'sospechosa' en la pareja se convierta en una obsesión, celotipia y alto grado de sufrimiento para ambos. Este caso en concreto con TOC de base, se diferencia de otros comportamientos celotípicos, tanto en contenido de los pensamientos como en tipo y cantidad de comprobaciones.
Por parte de la actitud de nuestra pareja, hay situaciones en las que, vistos desde fuera, cualquiera diría que son de absoluta normalidad, pero nosotros vemos diferencias en actitudes que nos pueden disparar la desconfianza. Aqui viene lo importante.
Hay personas que por carencias afectivas, por educación, por cuestiones suyas 'disfuncionales' aprendidas, muestran comportamientos 'ideales' (para ellos) de corrección social, cercanía personal, amabilidad y simpatía con otras personas que no suelen mostrar en casa habitualmente y que pueden confundirnos, hacernos sentir desplazados y hacernos sentir 'menos' . Esto puede convertirse en un bucle de reproches, exigencias y malestares por parte nuestra y con toda la razón, y nos sentiremos un poquito mal u en otro lugar, si vemos a nuestra pareja siendo más amable con alguien, excepcionalmente, más que con nosotros, si tiene más en cuenta a otros que a nosotros, o si ni siquiera cuenta con nosotros.
Esta situación es un disparador real para sentirse mal, en general. Y, ¿por qué se produce? ¿Debo preocuparme cuando mi pareja tiene estas actitudes? Habrá quienes no vean problema, pero para quienes sientan celos, dudas, se pregunten internamente, he de decir que en estas circunstancias de distinta amabilidad y atención por parte de nuestra pareja hacia otros, caben varias interpretaciones, pero que pueden dispararse unos celos equivocados e innecesarios.
Y pueden ser porque nuestra pareja tiene algún tipo de problema psicológico, de carencias en la infancia, sobre todo, que le empujan a estar más amable con otros para obtener reconocimiento, para no ser rechazado, para ser aceptado. Quiere dar una imagen de agradabilidad que con nosotros no siente que tienen obligación porque con nosotros no tienen que conseguir nada más.
Nos sentimos desplazados, peor tratados, peor o poco mirados y mimados, tenidos poco o menos en cuenta, y esto va a hacer que sintamos celos, que sintamos, de manera absurda, que esa otra persona es más importante que nosotros. Sería necesaria una conversación sincera con el otro. Si esto es una conducta habitual que va a generar problemas en la pareja, sería necesario tratamiento psicológico en el que siente estas necesidades y carencias o un tratamiento de pareja.
Entonces, uno puede presentar celos y no es responsable de ese sentimiento sino más bien sufridor. Hay parejas que intentan camuflar estas necesidades suyas de afecto, de ser aceptados pero que casi siempre ve la pareja. Hay dos opciones de respuesta cuando se les plantea que nos sentimos mal: hacernos sentir culpables diciéndonos que son imaginaciones nuestras, que somos increíblemente celosos, porque les resulta vergonzoso reconocer que a veces se ponen a los pies de los demás por encima de todas las cosas, desplazándo a quienes deben importarles y con el consiguiente malestar; o reconocer que efectivamente no deberían haberse comportado así y que es algo que tienen que resolver por y para ellos mismos.
Otros son infieles por naturaleza y encima nos hacen sentir que nos lo imaginamos. De ahí hay que salir fuera, corriendo, cuanto antes. Es evidente que estamos en una relación patológica y tóxica y eso NUNCA va a cambiar.
No me canso de repetir, una y otra vez , que cuando hay sufrimiento en uno mismo o en el otro por nuestra causa, no estamos en una relación sana. Una relación buena, ideal, es en la que todo fluye sin esfuerzo, sin medir nada, siendo tú mismo espontáneamente. Estando tranquilo tú y el otro.
Vamos a dejar de demonizar a las personas celosas, que bastante tienen ya con su sufrimiento y que habrá que resolver.
Siempre que hablamos de celos, encontramos lecturas o incluso esquemas mentales nuestros que dan por hecho el aspecto patológico de esa circunstancia, aspecto o conducta patológica siempre relacionada con quien los padece. Pero pocas veces vamos más allá y vemos si esos celos y ese sufrimiento tienen como fundamento fantasmas e inseguridades o realmente están causados por la pareja, por las actitudes, necesidades e inseguridades de quien está con nosotros.
A veces hasta uno mismo puede llegar a dudar sobre si está siendo desconfiado, malpensado, (aqui ya se está relativizando y tambaleando la premisa sobre las que basamos nuestros celos y empezamos a dudar) y a veces es la pareja la que te implementa con sus razonamientos, que estás montando un numerito de celos (y también empiezas a dudar). En cualquier caso, si esto no se pone encima de la mesa, si no hay comunicación, si no hay intención de resolver, estamos en una relación con futuro cero y con sufrimiento asegurado por egoísmo o miedo de uno o de ambos mieMbros de la pareja.
Son otra parte, a escribir, las situaciones de dependencia emocional, de maltrato físico y psicológico, donde se es prácticamente incapaz de verbalizar nada y donde se es absolutamente capaz de tragar todo con tal de no perder a esa persona.
Siempre existe alguien que TE VA A ESCUCHAR Y ENTENDER, y a ayudar.
¡Y no despreciemos nunca la intuición!