El expresidente del Gobierno catalán Carles Puigdemont, prófugo de la Justicia española desde el otoño de 2017, ha sido detenido esta noche en el aeropuerto italiano de Cerdeña. Varios líderes políticos de Castilla-La Mancha han reaccionado a esta detención.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha celebrado la detención de Carles Puigdemont, asegurando que poder ponerle delante de la justicia es una "cuenta pendiente" de la democracia española y podrá servir para pasar una "página dolorosa" de la historia de España. Durante un acto público en Cuenca, García-Page ha dicho que espera "con claridad" que esta "página que está todavía pendiente de resolver" termine por solventarse.
El presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha sido el primero en pronunciarse al publicar esta noche un comentario en las redes sociales en el que expresa que "tras su detención, espero que Puigdemont sea juzgado en España en próximas fechas, que el Gobierno socialista de Sánchez respete la sentencia y evite repetir el bochorno de indultar a quienes han querido romper nuestro país".
Por su parte, la coordinadora regional de Ciudadanos, Carmen Picazo, se ha hecho eco de los tuit de dos líderes de su partido, Edmundo Bal e Inés Arrimadas. Esta última ha comentado: "A la espera de conocer los detalles, la detención de Carles Puigdemont es una buena noticia para todos los demócratas. Espero que pueda ser trasladado a España y responder por sus acciones. Nadie debe tener impunidad ni estar por encima de la ley".
Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha y secretario general del PSOE-CLM, Emiliano García-Page, aún no se ha pronunciado sobre la detención.
La detención se ha producido en virtud de la orden de busca y captura internacional emitida por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, instructor de la causa del 'procés', el 15 de octubre de 2019, tras la condena por sedición y malversación de fondos dictada contra el exvicepresidente Oriol Junqueras y otros implicados en el proceso independentista unilateral de Cataluña.
Puigdemont, residente en Waterloo (Bélgica) desde hace cuatro años, tenía previsto participar en L'Alguer (Cerdeña) en el Aplec Internacional Adifolk, un evento patrocinado por una asociación para la promoción del folclore catalán.
Con esa intención se trasladó este jueves desde Bélgica a la isla italiana, donde fue detenido por la Policía de fronteras. Está previsto que en las próximas horas pase a disposición del tribunal italiano competente para examinar la orden de detención emitida por el Tribunal Supremo español.
Sin inmunidad
El expresidente catalán es miembro del Parlamento Europeo pero en este momento tiene suspendido el privilegio de la inmunidad por decisión de la Eurocámara, que el pasado 9 de marzo votó a favor del suplicatorio cursado por el juez Llarena para que Puigdemont sea juzgado en España.
El pasado julio, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) decidió mantener provisionalmente la retirada de la inmunidad acordada por el Parlamento Europeo mientras resuelve el fondo del recurso interpuesto por el expresidente catalán contra la concesión del suplicatorio.
En la actual situación, por tanto, no existiría ningún obstáculo legal para la tramitación de un procedimiento de entrega de Carles Puigdemont por parte de las autoridades judiciales italianas: la orden de detención a efectos de su traslado a España emitida por Llarena está activa y el afectado no tiene inmunidad parlamentaria.
Existe, no obstante, la posibilidad de que Puigdemont vuelva a solicitar al TJUE medidas cautelares urgentes para que provisionalmente le restituya el privilegio de la inmunidad.
Asimismo, un equipo de letrados italianos le asiste desde este jueves en Cerdeña. El tribunal encargado del examen de la orden de detención de Puigdemont es la Corte de Apelación de Sácer.