El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha asegurado que el Gobierno de Castilla-la Mancha defenderá "el reconocimiento de las cuencas altas de los ríos" en los nuevos planes hidrológicos, para que así haya "expectativa de futuro" en estas zonas, que son las que están presentes de forma mayoritaria en la Comunidad Autónoma.
Martínez Arroyo, que se ha reunido junto con el presidente regional, Emiliano García-Page, con el presidente de la Federación de Comunidades de Regantes de Castilla-La Mancha (Ferecam), Herminio Molina, ha expresado en rueda de prensa que el Ejecutivo autonómico pretende "defender reservas e inversiones suficientes" en las cuencas altas para que así se tengan en cuenta "los intereses de todos" y no solo de "los que viven cerca de las desembocaduras" de los ríos, alegando que sin agua no podrán resolverse las cuestiones relacionadas con el reto demográfico.
"Lo que pedimos en las cuencas altas es que haya reserva de agua, que haya expectativa de futuro. Una muy buena forma de defender la España interior es que haya expectativa de futuro y eso está vinculado a que haya reserva de agua", ha continuado.
El consejero ha puesto de manifiesto que el regadío es un "pilar fundamental" de la actividad económica castellanomanchega, con alrededor de medio millón de hectáreas, pero ha matizado que Castilla-La Mancha utiliza "muy poca agua" ya que tiene un sistema de riego "extraordinariamente eficiente".
"Sabemos lo que vale una gota de agua", ha afirmado, por lo que ha insistido en que hay que "seguir reivindicando el buen uso que del agua se hace en Castilla-La Mancha" gracias al "esfuerzo de alrededor de 60.000 regantes".
Inversión en la zona alta del Guadalquivir
Además, el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural ha abundado, hablando de inversiones en las cuencas altas, que en la zona alta del Guadalquivir, en el Campo de Montiel, se va a llevar a cabo una "inversión muy importante" que conllevará la construcción de tres balsas para regadío y la elaboración del proyecto para la construcción de la presa del Castillo de Montizón, unas demandas "históricas", ha dicho, de los regantes de la zona.
Así, ha continuado el consejero, se va a lograr una reserva garantizada de 11 hectómetros cúbicos en la zona y se podrá poner en funcionamiento el regadío en 1.500 hectáreas que ahora son de secano, especialmente en zonas de olivar de bajo rendimiento, "que necesita de agua para ser rentable".
En este punto, el consejero ha recordado que se está trabajando "en todas las cuencas" hidrográficas con inversiones "muy importantes" comprometidas por valor de más de 130 millones de euros, entre las que ha citado otra como la sustitución de bombeos en la cuenca del Júcar.
Equilibrio ambiental y productivo
Por su parte, el presidente de Ferecam, Herminio Molina, ha agradecido que se produzca este encuentro en un "momento clave" de la revisión de planes hidrológicos de las cuencas, demandando un "equilibrio" entre los usos ambientales y productivos del agua.
"Hemos apostado por que vamos a una transición ecológica pero pedimos que sea justa. Si va a haber otro reparto distinto y beneficia a unas regiones debe haber un entendimiento para que sea una colaboración y afecte a todos por igual", ha abundado.
En este sentido, ha comentado que las anteriores revisiones de los planes "han ido dejando muchas propuestas en el camino", por lo que se ha llegado a "otros objetivos", que no son de atención a las demandas de agua sino medioambientales, que pueden "chocar" con dichas demandas.
"Hay que hacer una defensa incondicional de esos regadíos y esas nuevas reservas que puedan permitir que los territorios puedan llegar a ese desarrollo que en otras regiones es un hecho y en la nuestra no", ha apuntado.