El número de interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) en 2020 fue de 2.910 en Castilla-La Mancha, que es una de las cuatro comunidades autónomas, junto a Madrid, Extremadura y Murcia, que no ha notificado ningún aborto en un centro sanitario público a lo largo de 2020.
Según se desprende del Registro Estatal de Interrupciones Voluntarias del Embarazo, publicado este martes por el Ministerio de Sanidad, la tasa de IVE en 2020 en la comunidad autónoma fue de 8 por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 44 años, frente a los 10,33 de media nacional.
La tasa es inferior a la de 2019 (8,66 por 1.000 mujeres) y similar a la de 2018 (7,99), según los datos del informe que señala que 1.755 mujeres del total de 2.910 no utilizaban método anticonceptivo y que la mayoría de los abortos voluntarios (2.110) tuvo lugar durante las primeras ocho semanas del embarazo.
Además, 2.603 casos fueron a petición de la mujer, 201 por grave riesgo para la vida o la salud de la mujer, 96 por riesgo de graves anomalías en el feto y 10 por anomalías fetales incompatibles con la vida o enfermedad extremadamente grave o incurable.
Sobre el nivel de estudios, 1.070 mujeres tenían ESO, 948 Bachillerato o ciclos de FP equivalentes, 510 primer grado y 342 estudios universitarios.
Datos por comunidades
Por comunidades autónomas, Cataluña (13,44), Asturias (12,03), Baleares (11,87), Murcia (11,25), Madrid (10,94), Canarias (10,88) y Andalucía (10,85) son las que presentan las tasas más altas, mientras que Ceuta y Melilla (1,94), Galicia (5,71) y la Rioja (5,86) son las que ofrecen las cifras más bajas.
En el cómputo nacional, el número de interrupciones voluntarias del embarazo descendió un 10,97 % en 2020 respecto al año anterior, con un total de 88.269 abortos.
Del total de intervenciones, el 84,51 % se derivó a centros acreditados para la interrupción del embarazo (concertados o no) y el 15,49 % restante tuvo lugar en centros públicos. Los abortos fueron practicados en 207 clínicas autorizadas.
Sanidad achaca este descenso a la "situación excepcional" causada por la pandemia y apunta que la caída se ha producido en todas las comunidades autónomas y en todos los grupos de edad.
La mayor parte de los abortos voluntarios tuvo lugar durante las primeras semanas del embarazo. Así, el 71,85 % se registraron antes de la octava semana de gestación, un 22,83 % entre la semana 9 y la 14, el 5,16 % entre la 15 y la 22 y el 0,16 % a partir de la 23.
En cuanto al motivo de la interrupción, la inmensa mayoría (el 90,87 %) fue a petición de la mujer, el 5,73 % por grave riesgo para la vida o la salud de la mujer y el 3,1 % por riesgo de graves anomalías en el feto.
En cuanto al uso de anticonceptivos, según los datos el 41,31 % de las mujeres no utilizaba ninguno.
El 64,41 % de las mujeres que decidieron poner fin a su embarazo en 2020 no habían abortado anteriormente, mientras que el 23,14 % de ellas ya había tenido un aborto voluntario.
Más de la mitad de las mujeres (el 52,32 %) eran trabajadoras por cuenta ajena, un 23,22 % no tenían empleo y un 11,35 % estaban estudiando.
Un 45,82 % tenían ya uno o dos hijos, mientras que el 45,62 % no tenía ninguno.
Entre las mujeres con hijos que abortaron en 2020, un 25,44 % vivían con su pareja y un 8,91 % solas. Por su parte, entre las que no tenían hijos, un 20 % vivía con sus padres u otros familiares, un 13,89 % en pareja y un 8,47 solas.
Sobre el nivel de estudios, el 66,21 % tenía estudios de ESO, Bachillerato o ciclos de FP equivalentes.
El quirúrgico fue el método más empleado para la interrupción del embarazo (76 %), frente al farmacológico (20,8 %).
En cuanto a la nacionalidad de las mujeres, la mayoría de ellas (el 65,8 %) eran españolas. Un 13,92 % procedía de algún país de América del Sur, un 6,46 % de algún país de la Unión Europea, un 5,21 % de América Central y Caribe y un 4,99 % de África.