El expresidente de Castilla-La Mancha y del Congreso de los Diputados y exministro de Defensa, José Bono, se ha dirigido por escrito al a presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, para solicitar formalmente a la Mesa de la Cámara el encargo de elaborar un tondo en honor de Alfredo Pérez Rubalcaba y que éste sea colocado "en un destacado lugar del Palacio".
Según el escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, pide que "en reconocimiento a los méritos que concurren en quien fue muy destacado diputado y sobresaliente orador, Alfredo Pérez Rubalcaba, acuerden encargar la elaboración de un tondo en su honor y que éste sea colocado en un lugar destacado".
"El Congreso de los Diputados, como espacio vivo y permeable a la realidad política debe estar en condiciones de honrar a aquellas personas que más han contribuido a la consolidación de nuestro régimen de libertades. En ese grupo destaca Alfredo Pérez Rubalcaba, un auténtico referente tanto en el plano político como en el personal y ético", añade el escrito.
En la petición se destaca que Alfredo Pérez Rubalcaba "ha contribuido a forjar la historia de una España generosa e inteligente", afirmando que, con él, "podemos asomarnos a nuestra historia común sin vértigo, sin rubor", al contrario, "con complacencia, con orgullo de que se trata de un compatriota que genera unánime respeto entre la ciudadanía".
La solicitud recoge que Bono tuvo "el honor" como presidente de la Cámara de promover y colocar en el vestíbulo provincial del palacio los tondos de Manuel Azaña y Adolfo Suárez, recordando que en ese momento había 46 de estos retratos ciculares y hacía 77 años que no se incorporaba ninguno. Asimismo, recuerda que estos cuadros se solían colocar para reconocer las capacidades oratorias de los diputados y los últimos, con la mencionada excepción de los instalados en 2011, habían sido los de Niceto Alcalá Zamora y Alejandro Lerroux.
También se señala que Rubalcaba "entregó lo mejor de su vida a la democracia española", siendo miembro del Congreso durante seis legislaturas entre los años 1993 y 2014, tiempo en el que fue ponente en más de una decena de iniciativas legislativas, portavoz de su grupo parlamentario, portavoz y miembro de un "innumerable número" de comisiones y "uno de los mejores parlamentarios, sino el mejor, de cuantos desempeñaron su labor en el seno de la Cámara".
A lo anterior debe sumarse una dilatada presencia en el Gobierno de España, donde desempeñó los cargos de Ministro de Educación y Ciencia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Portavoz del Gobierno, Ministro del Interior y Vicepresidente Primero. Fue asimismo secretario general del Partido Socialista Obrero Español hasta su salida de la vida política activa en el año 2014, momento en el que con su vuelta a las aulas "demostró un compromiso con la educación y la universidad".
"La trayectoria de Alfredo Pérez Rubalcaba le convierte en una de las figuras más significativas de su tiempo y en una pieza clave para entender la política en España en las últimas décadas. Su extraordinaria inteligencia, la profundidad de sus conocimientos, su liderazgo, capacidad de trabajo y sentido del humor hicieron de él uno de los políticos más destacables de la historia democrática española. Creo que no es exagerado afirmar que estas cualidades fueron reconocidas tanto por sus amigos y seguidores como por sus adversarios, con los que fue capaz de tender puentes y buscar soluciones negociadas a los problemas que más afligían a los españoles", manifiesta Bono en su solicitud.
De igual modo, cita que es de justicia reconocer que Alfredo Pérez Rubalcaba desempeñó un papel "crucial" en "una de las conquistas más grandes de la España democrática, la derrota de la banda terrorista ETA". "Se trata de una victoria que pertenece a toda la ciudadanía española, y en particular a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que gracias a la excelente dirección de quien ejerció como ministro del Interior entre 2006 y 2011 fueron capaces de poner fin a uno de los capítulos más negros de nuestra historia reciente", incide.
Por último, el escrito remarca que, en todo caso, sus logros "no se acaban allí, sino que se extienden a campos como la modernización de nuestro sistema educativo o el impulso de una nueva política de seguridad vial, que hizo posible que España redujera la siniestralidad en carretera de 6.000 a 1.500 fallecidos al año".