Tiene una agenda imposible para el común de los mortales y, si de muestra vale un botón, la semana pasada viajó el lunes a Sevilla, el martes a Bruselas, y el miércoles a Ankara; pero no se queja. Le encanta su trabajo y, de hecho, en su despacho oficial del paseo de la Castellana las únicas fotos que tiene están relacionadas con operaciones de las Fuerzas Armadas: la operación Balmis, la llegada del contingente de Afganistán o la actuación en La Palma.
Tal vez por eso, cuando le preguntas, a bocajarro, si se ha acostumbrado a que sus colaboradores la saluden llevándose la mano derecha con los dedos juntos hacía la sien y a golpe de tacón, sonríe, hace un gesto de asentimiento y reconoce que se siente muy orgullosa de nuestros ejércitos.
Para Margarita Robles (Leon, 1957) su condición de independiente que ni tiene, ni tendrá partido, no es un hándicap. Y tampoco lo es ser ministra de Defensa en un gobierno de coalición y tener bajo su mando al CNI, acostumbrada como está a afrontar responsabilidades complejas en solitario. Es una mujer menuda, de aspecto frágil, pero dura como una roca, de firmes convicciones en defensa de la cosa pública, que se define como socialdemócrata -a la vieja usanza- y no tiene pelos en la lengua.
Ha tenido una brillante carrera profesional desde que aprobó las oposiciones con 23 años, obteniendo el número uno de su promoción y convirtiéndose en la cuarta mujer jueza de España. Más tarde, fue la primera que ocupó la presidencia en la Audiencia de lo Penal, pasó por el CGPJ y, finalmente, por el Tribunal Supremo. Tuvo un paso fugaz por la política, de apenas dos años, en la última legislatura de Felipe González como secretaria de Estado de Interior, y se ha sabido manejar como pez en el agua por la Carrera de San Jerónimo -cosa que no es fácil cuando tienes que liderar un grupo parlamentario- y ahora, en el Gobierno de España.
Dice que la Ley de Amnistía es intocable, advierte de que si alguien utiliza su cargo en el Gobierno para promocionarse se equivoca, que la línea política la marca Pedro Sánchez y "nadie baila solo". Acusa al PP de tomar como rehén al CGPJ y a Pablo Casado de no tener sentido de Estado.
Ministra, Castilla-La Mancha acoge varias unidades militares: la Academia de Infantería en Toledo, la base de los Llanos en Albacete y la de helicópteros de Almansa. ¿Tenemos una cultura de defensa acorde al siglo XXI?
Castilla-La Mancha tiene una cultura de defensa muy arraigada, acorde con el siglo XXI. Creo que hay un vínculo muy especial entre las Fuerzas Armadas y Castilla-La Mancha porque los ciudadanos en esta tierra las sienten muy próximas y el orgullo es mutuo. Percibo una unión enorme entre las Fuerzas Armadas y los castellano-manchegos. Unas Fuerzas Armadas unidas a la ciudadanía, trabajando por la ciudadanía, y unos ciudadanos que se sienten orgullosos de sus Fuerzas Armadas es una combinación perfecta. Aunque eso yo lo aprecio en toda España, tengo que reconocer que lo noto con más intensidad en Castilla-La Mancha y lo percibí muy bien cuando estuve en Toledo al final de Filomena.
En esta tierra las instalaciones militares son impresionantes, por ejemplo, en la Academia de Infantería de Toledo ¿No le da la sensación de que están infrautilizadas
Efectivamente, hay algunas instalaciones militares infrautilizadas y nuestro objetivo es tratar de abordar una modernización, sobre todo en el ámbito de la sostenibilidad y de las energías verdes, y para ello, hemos firmado un convenio con el ministerio de Transición Ecológica.
En la inauguración de este curso en la Academia de Infantería usted y la ministra de Educación hablaron de una apuesta clara por la FP. ¿Ese es el objetivo?
Nosotros damos una importancia muy esencial a la formación para la tropa y marinería, para que todos, en su momento, puedan salir con un título de Formación Profesional. Queremos unas Fuerzas Armadas lo más preparadas posible. Y también queremos hayan concluido su servicio a España, lo hagan con un título de formación profesional y que las empresas sepan que contratan a gente formada y preparada que ha sido capaz de tener un compromiso con España, y eso será un mérito curricular.
Permítame una curiosidad. ¿Cómo ha vivido usted, que es una de las personas más cercanas al presidente, que haya prescindido de quienes le ayudaron a llegar al poder, como José Luis Ábalos o Carmen Calvo? Porque algunos dicen que es un 'killer'…
El presidente del Gobierno es quien decide la composición de su equipo. Yo lo único que puedo decir es que mi compromiso con Pedro Sánchez y con el proyecto que representa sigue absolutamente intacto y le estoy muy agradecida por la confianza que ha depositado en mí. Este país necesita políticas de progreso e igualitarias, y el único partido que lo puede hacer es el PSOE, liderado por Pedro Sánchez. Mi compromiso con él es absolutamente irrevocable.
Para mí, es un lujo formar parte del Gobierno de Pedro Sánchez y además ser ministra de Defensa, porque me siento absolutamente orgullosa del papel que realizan nuestras Fuerzas Armadas.
¿Es cierto que le ofrecieron ser ministra del Interior en esta última remodelación o fue sólo un chascarrillo?
Yo estoy absolutamente orgullosa y satisfecha de ser ministra de Defensa, y estoy donde el presidente ha decidido que esté.
Admita que dentro del Gobierno de coalición las discrepancias son evidentes y los ministros de Podemos no las ocultan. ¿Están bailando solos?
En un Gobierno de coalición es normal que haya discrepancias, pero las líneas generales de la política sólo las marca el presidente del Gobierno, y eso no se le puede olvidar a nadie. Tengo la impresión de que, a veces, a algún miembro del Gobierno se le puede olvidar y pueden tener la tentación de pensar que pueden tener una iniciativa al margen del presidente, y aquí nadie baila solo. La labor del Gobierno es una labor colegiada, de equipo, donde nadie puede tener más protagonismo que el presidente, y quien crea que lo puede tener se equivoca.
¿Quién se ha llevado el gato al agua en la reforma laboral, Nadia Calviño o Yolanda Díaz? Porque el duelo es evidente…
Aquí no hay duelos entre ministros, ni se trata de que un ministro le doble el pulso a otro. Yo soy muy contraria a los personalismos, cada ministro gestiona su departamento, pero en aquellas cuestiones que afectan a todo el Gobierno, la decisión final la toma el presidente. Nadie puede utilizar su puesto de ministro para promocionarse personalmente. Si lo hace se equivoca.
¿Les preocupa que Yolanda Díaz esté mejor valorada en las encuestas que Pedro Sánchez?
Yo las encuestas las respeto mucho, pero no representan nada. La verdadera encuesta son las urnas. El presidente del Gobierno tiene la máxima responsabilidad, y siempre el desgaste es mayor. Pero insisto, no me parece adecuado que alguien pueda utilizar su estancia en el Gobierno para tener la más mínima intención de hacer una promoción personal.
Dígame, ¿qué se siente al ser la mujer más informada de este país, la que tiene al CNI a su servicio? Es un organismo sobre el que siempre hay una sombra de sospecha…
Estoy muy cansada de que cuando hay algo que no se sabe o no se conoce, se culpe al CNI atribuyéndole un lado oscuro que no es cierto. En el CNI hay 3.000 hombres y mujeres que realizan un trabajo impecable, absolutamente ajustado a la legalidad, y que todo el mundo sabe que no pueden defenderse de los ataques.
El Centro Nacional de Inteligencia sólo hace actuaciones que repercuten en beneficio de los ciudadanos. Por ejemplo, muchas actuaciones exitosas de la lucha contra el yihadismo, en el ámbito de Europa, han sido gracias al CNI. Sus trabajadores son servidores públicos que se juegan la vida en lugares lejanos, para luchar contra el terrorismo, y es una frivolidad imputar actuaciones espurias.
Vamos, que es una leyenda negra que el CNI se utiliza espuriamente para vigilar a los adversarios políticos…
Sí, es una leyenda negra, y rotundamente falso que este CNI se utilice para vigilar a adversarios políticos del Gobierno. Yo no puedo hablar de lo que se ha hecho en el pasado, pero con este Gobierno, el CNI jamás se va a utilizar para aquello que no esté dentro de la más estricta legalidad. Ni para investigar a adversarios políticos, ni la vida privada de nadie, ni para poder utilizarlo como instrumento de chantaje ni de enfrentamiento.
¿El terrorismo yihadista sigue siendo una amenaza latente para nuestro país?
El terrorismo yihadista es una amenaza para el mundo entero, y por eso es tan importante la labor de los servicios de inteligencia. Nos preocupa que Afganistán pueda convertirse en otro foco de expansión del terrorismo yihadista, y sobre todo el Sahel. En el ámbito de la lucha contra el yihadismo, el Centro Nacional de Inteligencia es un punto de referencia muy importante para muchos otros servicios de otros países.
Ministra, ¿cómo está el operativo de La Palma? ¿Tiene fecha de caducidad?
La misión en La Palma -donde están la UME, el Ejército de Tierra y la Armada- no tiene fecha de caducidad. Estarán el tiempo que sea necesario. El compromiso con La Palma es total y absoluto, y los ciudadanos saben que las Fuerzas Armadas van a estar siempre para aquello que se les necesite, tanto apoyándoles en este tema como en acciones simbólicas y emotivas como fue el hecho de lanzar flores en el cementerio al que los ciudadanos de La Palma no podían acceder.
"Los crímenes cometidos en el franquismo no se podrán juzgar penalmente, no tocaremos la Amnistía"
Dígame, ¿qué posición mantiene España en el tema de Bielorrusia?
La posición de España y de la Unión Europea es de absoluto rechazo a lo que está ocurriendo en la frontera de Bielorrusia. Nos parece especialmente grave que se pueda utilizar a refugiados que están en unas condiciones durísimas como un arma de confrontación y ataque a un país.
Hablando de fronteras, ¿finalmente en marzo se va a abrir la frontera de Ceuta y Melilla con Marruecos?
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, está teniendo una relación muy positiva con Marruecos, y las conversaciones van por muy buena dirección. Esperamos que no se vuelva a repetir lo ocurrido, y que nunca más se utilice a menores como una especie de arma arrojadiza para que entren en Ceuta. Hay que poner en valor el papel que realizaron las Fuerzas Armadas, en Ceuta, porque gracias a su actuación generosa se salvó la vida de muchos menores.
Cambiando de asunto, finalmente, parece que los Presupuestos Generales del Estado saldrán adelante. ¿Eso significa que se agotará la legislatura? Porque en el último ejercicio, las cuentas pueden prorrogarse, ¿no?
La voluntad del Gobierno es terminar la legislatura, tenemos muchos asuntos pendientes, en un momento donde deben ejecutarse los fondos europeos de recuperación y resiliencia, y hay que actuar con tranquilidad.
Los Presupuestos Generales del Estado no se pueden entender nunca como un instrumento político para favorecer al Gobierno ni como un arma de confrontación, sino como la forma de hacer políticas sociales en favor, sobre todo, de aquellas personas más vulnerables. Es erróneo ver los Presupuestos como un instrumento para sostener la legislatura.
¿Y a cuánto asciende el presupuesto de su departamento? Porque sus socios de Podemos han sido muy críticos con este Ministerio, incluso llegaron a plantear que se eliminara…
El presupuesto de Defensa aumenta un 7,87%, hasta los 10.152 millones de euros. Invertir en defensa es invertir en seguridad, en valores, en democracia y en libertad. Y también económicamente la industria de defensa es muy importante. En cuanto a la coalición, yo siempre he dicho que tengo muchas diferencias con la posición de Podemos, lo cual es normal en un Ejecutivo de coalición, pero nunca en el ámbito del Gobierno he tenido ningún problema con Podemos, ni por la política de defensa ni con las inversiones.
Todo el mundo es consciente del gran papel que han realizado las Fuerzas Armadas en los momentos más difíciles que ha vivido este país: la operación Balmis en la pandemia, el tema de Filomena, la evacuación de Afganistán, y ahora en La Palma, y en los incendios. Aquellas fuerzas políticas que pueden ser más críticas sobre las inversiones en defensa son plenamente conscientes del papel que realizan las Fuerzas Armadas. A ello hay que añadir la creación de puestos de Trabajo que genera la industria de defensa y que es esencial para el dinamismo económico de muchas zonas de España.
Hablando de Presupuestos, ¿finalmente la reforma laboral puede hacerse al margen de los empresarios? Porque si es así, el diálogo social salta por los aires…
El diálogo social es absolutamente imprescindible en un momento de recuperación económica como el que estamos viviendo. También es necesaria una modernización de la legislación laboral, porque las relaciones laborales han cambiado muchísimo en los últimos años. Y esa modernización tiene que hacerse con el mayor consenso posible, para que España sea un país más fuerte y más pujante en Europa. Para recibir los fondos europeos, España tiene que verse como un país donde hay diálogo social y un Gobierno cohesionado.
¿El precio de la luz y los preocupantes datos económicos que están apareciendo pueden ser el talón de Aquiles de Pedro Sánchez?
El Gobierno está tratando de tomar las medidas necesarias para poder controlar esta subida de la factura de la luz, que es una realidad que nos afecta a todos. Sin embargo, es un problema que no sólo existe en España, sino en Europa, y este Gobierno está promoviendo que en la UE se tomen medidas para controlarlo.
"Los comportamientos que se están conociendo del Rey emérito son absolutamente rechazables"
¿Es cierto lo que dijo Arnaldo Otegi de que el precio por el apoyo de Bildu a los presupuestos era los 200 presos de ETA?
Lo que dijo Otegi es absolutamente falso, y Bildu lo sabe. En ningún caso ha habido negociación en el tema de los Presupuestos para liberar a los presos de ETA, que están cumpliendo una pena privativa de libertad sobre la que el Gobierno no tiene nada que decir. Aquí, ni se ha negociado ni se negociará con los presos de ETA, y Bildu sabe que, en eso, en el Gobierno no hay fisuras.
¿Y tampoco las hay en que si Carles Puigdemont pone un pie en España será detenido?
Si Puigdemont pone un pie en España naturalmente será detenido atendiendo a la orden de detención dictada por el Tribunal Supremo. El Gobierno siempre es muy respetuoso con las decisiones judiciales.
¿Que el Rey vuelva a estar en Barcelona para la entrega de despachos de los jueces, cosa que se le impidió el año pasado, es un signo de que las cosas se han normalizado?
A mí nunca me gusta mirar al pasado, sino al futuro. Y creo que las cosas en Cataluña han mejorado mucho. Es absolutamente normal que en algo tan importante como la entrega de despachos de los jueces que se realiza en Barcelona, el Rey esté presente.
¿El hecho de que el Rey emérito pueda morir fuera de España es una patata caliente para este Gobierno, o es peor que vuelva?
Si el Rey emérito vuelve o no es una decisión personal o de la Casa Real. Lo importante es que él, como cualquier persona, tiene que estar siempre a disposición de los Tribunales, y si se le llama tendrá que comparecer.
Respetando el principio de presunción de inocencia, creo que los comportamientos que se están conociendo del Rey emérito son absolutamente rechazables. Pero eso ni cuestiona la institución de la Monarquía ni tampoco a la figura del Rey Felipe VI, que representa una Monarquía moderna y una institución que aporta seriedad y rigor institucional, que tanta falta hacen en momentos como los actuales.
¿Es partidaria de que los jueces elijan a los jueces? ¿Qué le parece el bloqueo del CGPJ?
El sistema de elección de los jueces es un debate abierto en el que puede haber distintas posiciones. Lo que me parece criticable es que el PP esté bloqueando la renovación del CGPJ que debe renovarse con las reglas del juego vigentes. Casado está demostrando en este tema que no tiene sentido de Estado.
El PP está tomando como rehén un órgano tan importante como el CGPJ y en política no vale todo. Es inaceptable esta situación, y los actuales vocales del CGPJ deberían reflexionar porque su inactividad no ayuda a la institución.
¿Usted también cree, como dicen algunos, que Vox se está adueñando de la bandera y de los símbolos nacionales?
La bandera y los símbolos nacionales son de todos los españoles, y es criticable que algunos traten de patrimonializarlos. Nadie puede patrimonializar ni a las Fuerzas Armadas ni los símbolos de España. Somos un gran país, yo me siento muy orgullosa de ser española, y nadie puede intentar arrebatar un sentimiento que es nuestro. Querer apropiase de España, de la bandera o de los símbolos, es absurdo porque españoles no lo van a tolerar.
Oiga, ¿la Ley de Memoria Democrática ha abierto la puerta a juzgar los crímenes del franquismo? ¿Es cierto que el Gobierno ha aceptado las tesis de Podemos de que hubo franquismo hasta 1982?
No. El Gobierno ha dejado claro que la Ley de Amnistía es absolutamente intocable. Tenemos que sentirnos orgullosos y satisfechos de los valores de la Transición que permitieron una Constitución que es el marco de convivencia en el que vivimos, y que sobre todo se basaron en dos pilares fundamentales: el diálogo y la reconciliación. Este Gobierno en ningún caso va a tocar la Ley de Amnistía.
Sobre todo porque las leyes no pueden tener efectos retroactivos, ¿no?
Es evidente que las leyes con eficacia penal, en ningún caso pueden tener efectos retroactivos. Desde el punto de vista del derecho penal, los crímenes cometidos en el franquismo no se podrían juzgar penalmente. Otra cosa es el rechazo social, porque a nadie se nos pueden olvidar los crímenes del franquismo, para no cometer los mismos errores. Pero lo que tampoco nos podemos saltar es el ordenamiento jurídico y los principios básicos del derecho penal, que son la no retroactividad de leyes penales que no sean favorables.
¿A usted le preocupa que haya militares retirados que hablen de ruido de sables y de dar golpes de Estado?
Eso lo han hecho ciudadanos particulares que ya no están en las Fuerzas Armadas, y no tienen ningún derecho a utilizar su antigua condición de militares para lanzar ese tipo de afirmaciones. Estas personas no representan los valores de nuestras Fuerzas Armadas, que son modernas, eficaces, preparadas, perfectamente compatibles y perfectamente adecuadas a los estándares de otros países de la Unión Europea, y de la comunidad internacional. Son un ejemplo por su eficacia y por su profesionalidad en Europa y en las misiones que realizan. Y las personas que hacen ese tipo de afirmaciones no las representan.