José Luis Ortiz Grande, quien fuera jefe de gabinete de María Dolores de Cospedal durante su etapa como presidenta de Castilla-La Mancha y como secretaria general del PP, ha evitado este miércoles contestar a las preguntas de los diputados que participan en la Comisión de Investigación de la 'operación Kitchen' remitiéndose continuamente y a cada pregunta que le lanzaban a su declaración ante el juez y al auto por el que archivaba la causa provisionalmente contra él.
"Qué caradura es ésta", le ha llegado a decir el diputado de Junts Josep Pagès i Massó al comprobar que, en su turno, era el quinto que le interrogaba, el compareciente seguía en sus trece de hacer oídos sordos a lo que le preguntaban y se remitía a su declaración de 30 de junio ante el juez instructor de la pieza número 7 de Tándem, conocida como pieza 'Kitchen'.
Así, ha evitado responder a si efectivamente era el 'JL' o 'Ortí' que aparece en las agendas del comisario jubilado José Manuel Villarejo, a si era el intermediario entre el policía y la que fuera secretaria general del PP o a si señaló ante el magistrado Manuel García-Castellón que Cospedal se vio con Villarejo en ocho o diez ocasiones.
Lo que tenía que decir se lo dije al juez
De hecho, desde un inicio ha dejado clara cuál sería su comparecencia cuando ha leído una breve nota en la que explicaba que realizó una declaración --como imputado-- en sede judicial el 30 de junio, que el 29 de julio por auto se sobreseía provisionalmente la causa contra él y que el 6 de septiembre en el recurso de Anticorrupción relativo al auto no cuestionaba su sobreseimiento porque consideran que "nada tiene que ver en este asunto". "Lo que tenia que decir ya lo hice y me remito a esa declaración", ha comentado.
Tras esto ha arrancado el esfuerzo infructuoso de los diputados por sacarle de su posición. De hecho al diputado socialista Felipe Sicilia no le ha respondido ni siquiera sobre durante cuánto tiempo estuvo trabajando con Cospedal, aunque sí que ha reconocido que fue su jefe de gabinete.
"Usted no colabora porque me remite a algo a lo que yo no puedo acceder", señalaba en un momento dado Sicilia en referencia a la declaración en sede judicial del 30 de junio que es reservada. "Entiendo su posición, debe su sueldo a Cospedal y ahora está en la tesitura, defenderla o contar la verdad, una verdad que si que quiso prestar ante el juez", ha dicho para luego recordarle que desmintió a Cospedal ante García-Castellón.
Dado que todas sus reflexiones chocaban con el muro de la remisión al auto del juez y a su declaración de 30 de junio, Sicilia le ha echado en cara haberse presentado para "tomar el pelo" a los representantes de los ciudadanos. "¿Sabe por qué no quiere decir nada? Porque la causa está pendiente y se puede reabrir, y quizá el día de mañana le imputen. Por eso prefiere el silencio, por si aparece una grabación que diga lo contrario", ha dicho Sicilia en pleno monólogo ante la pasividad de Ortiz.
Una declaración que el juez denegó al Congreso
Misma suerte han corrido el diputado de Vox, que rápidamente ha decidido dejar el interrogatorio en manos del siguiente, Ismael Cortes, de Unidas Podemos. Cortés ha comenzado a leer extractos de la declaración ante el juez de Ortiz y le ha reprochado que perdía con su actitud "una oportunidad de oro" de dar explicaciones ante el conjunto de la sociedad.
Dado que ha seguido leyendo extractos de la declaración, Ortiz entonces sí que ha reaccionado comentando que puesto que le echaban en cara que se remitía a algo que no era público, esa aseveración no era real porque de hecho los diputados habían tenido acceso. Cabe recordar que Podemos está personado como acusación popular en Tándem.
Ni siquiera la estrategia del diputado de Ciudadanos Edmundo Bal de entrar al compareciente con extractos del auto de García-Castellón, en el que el juez no duda de que 'JL' o 'Orti' sea José Luis Ortiz, le ha servido para que el compareciente participara en el interrogatorio. "El magistrado hace referencia y usted contesta que no sabía porque Villarejo hacia referencia a su persona en sus agendas", le ha recordado.
Pero tras una breve discusión sobre la figura del sobreseimiento provisional o el libre, Bal ha acabado por tirar la toalla y le ha increpado que por favor no les "tome por tontos". Le ha despedido indicándole que no podía darle las gracias por si declaración.
Por su parte, el diputado del PP Luis Santamaría, que no ha preguntado nada a Ortiz, ha afeado al resto de la comisión el tono usado con el que fuera jefe de gabinete de Cospedal. "Si este va a ser el tono, el PP vendrá preparado con otros tonos" a próximas sesiones de la comisión, ha llegado a decir.
Contradijo a su jefa
José Luis Ortiz indicó en junio al juez que investiga la 'Operación Kitchen' que hubo entre ocho y diez reuniones en la sede de Génova entre Cospedal y el comisario jubilado José Manuel Villarejo, cifra que contrastaba con las tres o cuatro que aseveró justo un día antes la ex dirigente 'popular'.
En su breve comparecencia ante García-Castellón, Ortiz especificó además que él era el encargado de recoger en un coche oficial del partido al comisario, que quedaban en la ya desparecida cafetería Riofrío, en la plaza de Colón, y que entraban por el garaje para no figurar en los registros de entrada de la formación política.
Sobre el papel que jugó el jefe de Gabinete en los contactos con Villarejo, Ortiz apuntó al juez que él se limitaba a cumplir órdenes de su jefa y que no se cuestionaba nada. Además, afirmó que él nunca asistió a ninguna reunión con el funcionario de policía y que los mensajes que se intercambiaba con él eran los rutinarios para establecer las citas, por lo que sobre temas de relevancia no hablaron.
De los trayectos que compartió en el coche con Villarejo, la cafetería está a 350 metros de la sede de Génova, no destacó nada relevante. Una vez en el edificio, tras entrar por el garaje, le subía hasta el despacho de Cospedal, lo dejaba en manos de la secretaria y él no se quedaba, relató.