En Castilla-La Mancha hace falta incorporar al menos 475 agentes de la Guardia Civil para garantizar la seguridad en las zonas rurales de la comunidad autónoma, 68 en la provincia de Albacete, 72 en la de Ciudad Real, 97 en la de Cuenca, 127 en la de Guadalajara y 111 en la de Toledo. Al menos eso es lo que asegura la Asociación Profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL), que denuncia que el hecho de no cubrir las vacantes ahonda los problemas de protección de los pueblos castellano-manchegos.
"Nos preocupa que los guardias civiles que prestan servicios en el medio rural acaban considerando estos destinos un lugar de paso, hasta que obtienen plaza en capitales de provincia. Hay que incentivar no solo con una cuantía económica, sino también con el reconocimiento de su esfuerzo con una mayor puntuación o mediante condecoraciones por el servicio prestado y así retener más tiempo a los compañeros en la España Vaciada", proponen desde JUCIL, que considera que la plantilla en Castilla-La Mancha debería crecer desde los 5.085 efectivos actuales hasta los 5.560.
"El total de vacantes supera las 10.000 en el conjunto de la geografía española, pero se hace especialmente agudo en áreas rurales, donde esta carencia genera un incremento del grado de inseguridad de los bienes y propiedades de los residentes en los miles de pequeños núcleos urbanos en los que, en muchas ocasiones, los guardias civiles son más que servidores del orden público para convertirse en carteros, acompañantes, visitantes diarios o repartidores de medicamentos y de un rato de compañía", asegura JUCIL, que añade que "la falta de efectivos dificulta una de las más importantes labores de la Guardia Civil, la de prevención del delito y de sus consecuencias en estos espacios escasamente poblados".
A modo de ejemplo, se preguntan cómo actuar en el medio rural ante un caso de violencia de género. "¿Qué acciones de prevención y de respuesta se pueden poner en marcha ante la falta de efectivos?", han cuestionado.
Propuesta a la directora general
El secretario general de la asociación, Ernesto Vilariño, ha manifestado mediante un comunicado que es imprescindible que la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, refuerce las plantillas, adaptándolas a las singularidades de la España vaciada, ya que este cuerpo es responsable de la seguridad de miles de municipios en un entorno caracterizado por el envejecimiento y por la despoblación.
Vilariño ha avanzado que propondrán un estudio que contemple la reestructuración del despliegue territorial de la Guardia Civil a través de un modelo más eficiente, pensado en la idoneidad de contar con puestos en cada cabecera de comarca, con servicio las 24 horas al día y con más efectivos.