El Grupo Parlamentario Popular tiene previsto presentar una proposición no de ley a las Cortes de Castilla-La Mancha en defensa de la producción de la lavanda y contra la estrategia de sostenibilidad de la Unión Europea (UE), incluida en el Pacto Verde.
En declaraciones a los medios de comunicación, la portavoz del grupo popular en el Parlamento autonómico, Lola Merino, ha rechazado la propuesta del club comunitario que pretende definir los aceites esenciales de la lavanda como productos químicos y, por tanto, deberían figurar en la etiqueta como "elementos tóxicos".
Según ha indicado Merino este martes, el presidente del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, se ha reunido con el eurodiputado Juan Ignacio Zoido, portavoz del PPE de Agricultura, para buscar alianzas con otros países comunitarios -Francia, Croacia y Bulgaria- y frenar dicha estrategia.
Miles de hectáreas
Castilla-La Mancha cuenta con 4.000 hectáreas de producción de lavanda, de las cuales 2.600 hectáreas se encuentran en la provincia de Guadalajara, 700 hectáreas en Albacete y otras 600 hectáreas en Cuenca.
La razón de este problema es la composición química del aceite esencial de la lavanda, que cuenta con más de 600 moléculas, una de ellas es el "linalool", una sustancia que aparece en distintos porcentajes en el aceite esencial de la lavanda o del limón, y que la norma europea lo considera un alérgeno.
"¿Qué consumidor compra un alimento que lleva una etiqueta calificando ese producto como tóxico? Nadie", se ha preguntado la dirigente popular, que ha añadido que los productores de la región están "preocupados" y ha reclamado "unanimidad" entre todos los grupos parlamentarios sobre esta cuestión.