Castilla-La Mancha es conocida como tierra de molinos, pero lo que mucha gente no conoce es que la región también es tierra de volcanes. En concreto, el territorio del Campo de Calatrava, en Ciudad Real, es conocido como una de las zonas volcánicamente activas de España.
El proyecto Geoparque “Volcanes de Calatrava. Ciudad Real” nos relata una historia larga y compleja, de unos 500 millones de años, que arranca en el límite Ordovícico inferior, que aún no ha finalizado, y que gira en torno a tres acontecimientos geológicos claves. En este proyecto participa la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Y no solo en Ciudad Real hay zonas volcánicas de interés. Guadalajara y Albacete son las otras dos provincias donde el capricho de la naturaleza creó estas majestuosas formaciones geológicas, tal y como indican desde Turismo de Castilla-La Mancha.
Para tranquilidad de los castellano-manchegos y visitantes, según apunta el experto del Grupo de Investigación Geomorfología, Territorio y Paisaje en Regiones Volcánicas (Geovol) de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Rafael U. Gosálvez, “no hay riesgo de que puedan despertar los volcanes” ya que la última erupción ocurrió hace unos 7.000 años.
En consecuencia, son lugares muy interesantes para conocer y visitar. Y los tenemos aquí al lado, en Castilla-La Mancha.
Provincia de Ciudad Real
Laguna Volcánica de Michos
Ciudad Real, la provincia con más volcanes, nos ofrece una amplia variedad para visitar. La Laguna Volcánica de Michos, cerca de Abenójar, permite observar el agua acumulada en el mismo cráter del volcán, que se originó a partir de una explosión volcánica.
Laguna Volcánica de Michos, en Abenójar
Mar del Campo de Calatrava
Otro de los volcanes más impresionantes es el Mar del Campo de Calatrava, en el volcán de La Posadilla, en pleno Ciudad Real, cuyo cráter de 500 metros de diámetro lleno de agua hace pensar en la violenta explosión que debió sufrir para originarse.
Laguna y Volcán de la Posadilla, en Ciudad Real
Volcán de Peñarroya
En otro sentido, entre los municipios de Alcolea y Corral de Calatrava se encuentra el volcán de Peñarroya. Destaca por su cono de 60 metros de altura, estudiado como uno de los mejores ejemplos de edificación estromboliana. Su laguna se formó cuando la lava apresó el arroyo del Lobo.
Volcán y Laguna de Peñarroya, en Alcolea de Calatrava
Alhorín
La Solana del Pino también cuenta con otro majestuoso volcán. Dentro del Parque Natural de Alcudia y Sierra Madrona se encuentra Alhorín, una loma no muy acentuada con un contorno muy ancho que se formó por las diferentes coladas.
Volcán de Alhorín, en Solana del Pino.
Castillejos Volcánicos de la Bienvenida
Otro de los volcanes más llamativos está en Almodóvar del Campo, con los Castillejos Volcánicos de la Bienvenida, un lugar de elevados cerros originados por una violenta erupción. En los alrededores se encuentra un yacimiento arqueológico con restos de un poblado romano, que usaba los apagados volcanes como cantera.
Los Castillejos Volcánicos de la Bienvenida, en Almodóvar del Campo
Piedrabuena
Cerca de Ciudad Real capital, en Piedrabuena, se encuentra una de las manchas formadas por rocas eruptivas más extensas de toda Castilla-La Mancha. Según los expertos, podría tener una edad de entre 1,5 y 8 millones de años.
La colada creó un gran manto que se extendió rodeando lo que hoy es el núcleo urbano y, además, los materiales que salieron del volcán se acumularon creando el empinado cerro.
Volcán de Piedrabuena
Laguna de la Alberquilla
En siguiente lugar, si nos desplazamos hasta Mestanza, podremos visitar la Laguna de la Alberquilla. El hueco de una explosión volcánica originó un espacio idílico para la formación de una laguna en una zona especial para los aficionados a la geología.
Laguna de la Alberquilla, en Mestanza
Macizo Volcánico de Calatrava
Otra de las formaciones volcánicas más relevantes de la región la conforma el Macizo Volcánico de Calatrava, ocupando parte de los términos municipales de localidades como Calzada de Calatrava, Aldea del Rey, Almagro, Argamasilla de Calatrava, Ballesteros y Pozuelo.
Lo componen una decena de volcanes que ocupan un espacio de casi 4.000 hectáreas. Una de sus peculiaridades es que la leve erosión permite observar y reconocer elementos como los cráteres, coladas, anillos de tobas o maares.
Macizo Volcánico de Calatrava, en varias localidades del Campo de Calatrava
Volcán del Cerro de los Santos
Por último, una única erupción con coladas de lava en varias direcciones formó el espectacular volcán del Cerro de los Santos en Porzuna. Todavía hoy en día se pueden observar las escorias negras, y algo rojizas, en la ladera. Además, es uno de los lugares de asentamiento del pueblo celtíbero.
Volcán del Cerro de los Santos, en Porzuna
Provincia de Albacete
Pitón Volcánico de Cancarix
Y no solo el Campo de Calatrava es zona volcánica en Castilla-La Mancha. En Hellín, podemos encontrar el Pitón Volcánico de Cancarix. Este volcán es el único de la península que muestra su chimenea, debido a la erosión.
Para visitarlo, incluso, existen dos rutas distintas que permiten interpretar los valores geomorfológicos del espacio.
Pitón Volcánico de Cancarix, en Hellín
Provincia de Guadalajara
La Miñosa
En último lugar, si nos desplazamos a la provincia de Guadalajara y, concretamente a La Miñosa, podemos visitar casi 100 hectáreas de composición volcánica originada a partir de erupciones y movimientos sísmicos.
La zona está llena de afloramientos de andesita, una antigua roca magmática. También, supone una de las más valiosas e interesantes apariciones geomorfológicas que aportan información sobre la evolución del Sistema Central.
Cerros volcánicos de La Miñosa
La Miñosa. Foto: Turismo Castilla-La Mancha. David Blázquez.