La bajada de impuestos como gran exigencia al Gobierno de Emiliano García-Page es uno de los principales asuntos de los que ha hecho bandera el presidente del PP de Castilla-La Mancha y líder de la oposición, Paco Núñez, como una de las claves de su política económica y social. Núñez lleva meses pidiendo a Page una reducción de los impuestos a los castellano-manchegos y está siendo especialmente intenso en esta iniciativa en las últimas semanas como eje destacado de su labor opositora en las Cortes autonómicas.

En este contexto, y tal como ha sabido EL ESPAÑOL EL DIGITAL CLM, el líder de los populares castellano-manchegos ha convocado a más de 300 alcaldes y portavoces de la región a una protesta a las puertas del Palacio de Fuensalida de Toledo, sede de la Presidencia de la Junta, contra el último “impuestazo” aprobado por el Gobierno regional y conocido como el “impuesto del agua”, mediante el cual se podrían recaudar hasta 70 millones de euros, según cálculos del Grupo Popular. La protesta se ha fijado para el próximo lunes, 4 de abril.

Como se sabe, este impuesto se incluye en la nueva Ley de Aguas de Castilla-La Mancha, aprobada por el Ejecutivo socialista el pasado mes de febrero con el rechazo tanto del PP como de Ciudadanos, ambos en contra de una nueva norma que, según los populares, sólo enmascara más impuestos a los ciudadanos. El PP ha propuesto formalmente la supresión del nuevo “impuestazo” y de los cánones de aducción y depuración, aunque de momento su iniciativa no ha tenido ningún éxito. La nueva Ley del Agua deroga la norma de 2002 y fue aprobada el pasado 18 de febrero en el Parlamento castellano-manchego.

No más presión fiscal

La dirección regional del PP considera intolerable añadir “más presión fiscal” a los castellano-manchegos y asegura que, pese a lo que digan desde el PSOE, la nueva ley aumenta los dos cánones ya existentes de aducción y depuración y crea un nuevo impuesto del agua al que se ha denominado oficialmente “canon medioambiental” que, a juicio del equipo de Paco Núñez, “pagarán indiscriminadamente todos los castellano-manchegos, familias y empresas”.

Por estos motivos, y en el marco de su política de bajada de impuestos en Castilla-La Mancha, Paco Núñez va a concentrar el lunes próximo a sus alcaldes y portavoces en Castilla-La Mancha ante la sede oficial de la Presidencia. Una protesta “pacífica” en el que se leerá un comunicado de rechazo de los representantes del PP al nuevo impuesto del agua que “tanto perjudicará a los castellano-manchegos”.

El PP quiere dar “visibilidad” a un canon que, a su juicio, sólo incrementará la voracidad fiscal de la Administración autonómica y no supondrá ningún beneficio para los ciudadanos de la región. La hora de la concentración de protesta aún está por determinar.