El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha señalado este lunes que le preocupa "que en España ya no haya secretos" y que "todos los secretos sean a voces", tras conocerse las intervenciones de los teléfonos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, al parecer tras ser infectados con el software Pegasus.
A preguntas de los medios, tras visitar la sede de la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer de Albacete, García-Page ha señalado que de estas cosas "no se debería hablar", lamentando que haya mucha gente que "además de invadir países se dedica a intoxicar y a enredar desde hace años todos los procesos", recordando que "todavía está pendiente de esclarecer la intervención de los servicios rusos en el proceso de referéndum ilegal de Cataluña".
En su opinión, "tendrán problemas los que digan cosas que no deben, normalmente sucias y feas", pero se ha mostrado convencido de que los ministros espiados "no habrán dado que hablar".
Ha señalado que, con él, "lo tienen crudo de verdad". "Si me quieren espiar se van a aburrir una barbaridad. Yo no me meto en berenjenales ni conspiro ni nada por el estilo. Lo nuestro es la gestión de los problemas de la gente, no las tonterías".
"A mí si quieren que me espíen; llevo toda la vida haciendo las cosas conforme a la ética y la decencia, alguna tontería me pueden coger por teléfono, cosas gordas no", ha confesado, convencido de que "bastantes cosas se dicen ya en la política nacional a la cara y en los medios" y seguro de que no hay "mucha distancia entre las cosas que se escuchan en el circo nacional con lo que hay por dentro".
Dicho esto, y sin querer frivolizar con este asunto, ha indicado que, "seguramente, la mitad de las conversaciones no solo son aburridas sino tristes" porque "la gente se cree que en la política hay grandes estrategias, pero luego las cosas son más mundanas de lo que parecen".