Esos son los resultados de una macroencuesta realizada entre más de 1.400 fisioterapeutas elaborada por el Sindicato de Enfermería SATSE con el objetivo de elaborar una “radiografía” actualizada sobre el “grave problema” de la violencia en el ámbito sanitario, según indica este viernes en una nota de prensa.
La encuesta recoge que el mayor porcentaje de las agresiones sufridas por los fisioterapeutas son los insultos y amenazas, seguidos de las vejaciones.
En cuanto a las agresiones físicas, 13 de cada 100 fisioterapeutas aseguran haber sufrido este tipo de violencia en los últimos dos años.
“Las cifras oficiales en materia de agresiones siguen siendo la punta del iceberg de la violencia en los entornos sanitarios”, afirman desde SATSE, que revela que el 60 % de las agresiones no son denunciadas, ya que, según la encuesta, cuatro de cada 10 fisioterapeutas consideran que denunciar “no sirve para nada”.
Entre las causas de estas agresiones, a juicio de los encuestados, se encuentran la crispación social generalizada (76 %), la falta de personal para atender a los pacientes (68 %), los largos tiempos de espera (66 %) y el descontento con la atención recibida (33 %).
Además, un 76 % de los profesionales de fisioterapia asegura que el ambiente laboral en los centros sanitarios y sociosanitarios, así como la relación con los pacientes, han empeorado a raíz de la pandemia.
Desde el Sindicato de Enfermería piden “tolerancia cero” ante cualquier tipo de agresión e instan a todos los fisioterapeutas a que denuncien los episodios violentos que sufran.