El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado “muy molesto” ante lo ocurrido con el examen de Matemáticas de la EvAU de Castilla-La Mancha, el cual ha sido objeto de las críticas debido a que estaba “plagado de errores”. En este sentido, el líder regional ha pedido "con fuerza" que se “modifiquen los criterios de corrección para que el esfuerzo de los chavales de esta región se adapte al sentido común”.
Ha sido en la clausura de la Asamblea de la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (CEAJE) celebrada en el Parador Nacional de Cuenca, donde García-Page ha querido mostrar su “empatía” con los alumnos que se han presentado a la EvAU: “Estamos con vosotros”.
Así se ha pronunciado García-Page después de que un grupo de alumnos hayan recogido ya más de 8.000 firmas a cuenta del examen de Matemáticas II correspondiente a la (EVAU), lamentando que estaba "plagado de errores". El examen ha provocado un gran aluvión de críticas por "errores y falta de equilibrio" que han generado mucho malestar entre los alumnos.
“Sensibilidad del Rectorado”
“Los políticos, aunque no sean responsables de un problema, somos los responsables de solucionarlos. La ponderación que se encarga a los políticos debería ir para todos los servidores públicos, también examinadores”.
"Empatizo con miles de chavales que se han presentado, estoy muy molesto... esa ponderación que se encarga a los políticos debería ir para todos los servidores públicos, también examinadores", ha apuntado.
"Agradezco la sensibilidad del Rectorado, que ya ha respondido a esa petición. Tenía la misma idea y estoy convencido de que en buena medida se va a ponderar el esfuerzo de nuestra gente", ha reconocido a la vez que ha expresado que “no puede meterse con la universidad”.
Plagado de errores
El examen de Matemáticas II ha provocado también la puesta en marcha de una recogida de firmas en Change.org que este jueves por la noche rozaba ya las 9.000 rúbricas, pidiendo “revisar los contenidos de la prueba, articulando las medidas oportunas que permitan compensar la nota que se hubiera obtenido si la prueba hubiese sido normal”.
Sostienen que el examen estaba “plagado de errores”, con los que “los mismos coordinadores han tenido que improvisar cambios bajo criterio propio en mitad del examen, desconcertando así aún más al alumnado” y que además no se ha respetado el porcentaje de contenidos del temario de Bachillerato.