Lorena Gacía (Guadalajara, 1982), licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid, comenzó trabajando en la cadena COPE de su ciudad y, aunque reconoce que la radio es un medio "muy bonito", descubrió su verdadera vocación en Castilla-La Mancha Media. Allí empezó una nueva etapa profesional en 2005 y una década después dio el salto a Atresmedia, donde continúa a día de hoy.
Hasta 2020, fue la encargada de presentar el informativo matinal de 'Antena 3 Noticias' y desde 2018 también sustutiye a Susanna Griso durante sus periodos vacacionales en 'Espejo Público', lugar donde ha encontrado su hueco como copresentadora el resto del año. Y aunque la guadalajareña admite que está muy feliz tanto personal como profesionalmente, no se cierra ninguna pierta porque "en esta profesión nunca sabes dónde vas a acabar".
Para Lorena, que nunca imaginó ser presentadora en un medio nacional, llegar a donde está hoy ha sido "un mix de esfuerzo y suerte", aunque si una cosa tiene clara es que no está en la televisión por ser mujer, sino por su trabajo.
PREGUNTA. Para quienes no lo sepan, usted es de Guadalajara. De hecho, comenzó su trayectoria allí, en la COPE. ¿Cómo recuerda aquella época?
RESPUESTA. La recuerdo con mucho cariño. Yo siempre he pensado que en el periodismo local está el origen de todo. Es la mejor escuela porque estás mucho más cerca de las fuentes y te toca hacer de todo. Aprendes muchísimo.
P. ¿Sigue yendo mucho a su tierra?
R. Tengo una casa en el Alto Tajo y voy todos los fines de semana. Y a Guadalajara, que es donde vive mi familia, también voy con bastante frecuencia. No he roto la conexión con mi tierra para nada. Estoy muy unida a Guadalajara y a Castilla-La Mancha. También me gusta mucho visitar Toledo, que es una ciudad a la que le tengo un especial cariño.
P. Ha comentado en alguna ocasión que fue una profesora de EGB quien le planteó ser periodista. ¿Cómo fue aquello? ¿Cómo despertó su vocación?
R. Fue en sexto de EGB. Yo era bastante jovencita y estaba haciendo una exposición en clase cuando me dijo: «¿Tú no te has planteado ser periodista?». Supongo que vería algo en mí a la hora de expresarme. Desde ese momento empecé a pensarlo y... hasta el día de hoy. Llegó un momento de mi vida en el que no me imaginaba siendo otra cosa que no fuera periodista. Despertó en mí una vocación escondida.
P. Ha estado en radio y en tele. Supongo que cada una de ellas le habrá aportado algo diferente, pero mójese un poco. ¿Con cuál se queda?
R. Ahora mismo no cambiaría la tele por nada, la verdad. La radio es un medio muy bonito y, como empecé ahí, tengo recuerdos muy buenos, pero la tele tiene una magia incomparable. Es cierto que en esta profesión nunca sabes dónde vas a acabar y yo no me cierro ninguna puerta. Si hubiera algo en radio que me gustase, me lo pensaría, pero en la tele estoy muy feliz y es un medio que disfruto muchísimo.
P. ¿Existe la suerte o hay que labrársela?
R. Yo creo que hay un mix. Tienes que trabajar día a día para conseguir tus metas e intentar hacer bien lo que te pidan, sea lo que sea, pero también hay que tener la suerte de que envíes un vídeo y guste o de que llege justo en el momento en el que están buscando a alguien. Yo conozco a gente muy buena que no ha podido dar el salto porque no ha tenido la oportunidad, pero no porque no valga. Lo que sí que te aseguro es que yo no trabajaba para llegar a ser presentadora en un medio nacional, simplemente intentaba hacer bien lo que me proponían.
P. Comenzó en 2018 sustituyendo a Susanna Griso en ‘Espejo Público’ durante sus periodos vacacionales y desde 2020 también forma parte del equipo. ¿Cogerá su testigo si ella lo deja?
R. Eso es algo que no depende de mí. Yo estaré donde quiera la casa que esté. El día que Susanna se marche, que no tiene porqué ser cercano, quien tenga que decidirlo lo decidirá. Por ahora te puedo decir que estoy muy feliz dentro de ‘Espejo Público’ tanto personal como profesionalmente.
P. ¿Y se ve en otros formatos de entretenimiento que no sean tan informativos?
R. ¿Por qué no? Yo creo que en nuestra profesión no es bueno encasillarse y cerrarse en algo. La televisión cambia y el público, también. Ahora estamos precisamente en una época de cambio de formatos y, al final, hay que reinventarse porque no sabemos las vueltas que puede dar la vida. Hay que aprender de lo que uno está haciendo e intentar ser feliz con ello, pero sin cerrarse puertas.
P. ¿Cuáles son sus referentes en el mundo de la televisión?
R. Tengo la suerte de trabajar con una de las personas a las que más admiro profesionalmente, que es Susanna Griso. Me parece que es una número uno absoluta y lo que hace tiene muchísimo mérito, porque hacer cinco horas de programa en directo y controlar tantos temas distintos supone un trabajo diario total, y lo hace como nadie. Aparte de ella, en la casa tenemos a los mejores. Matías Prats, por ejemplo, es un león comunicando. Tiene mucha empatía y lo que él dice tiene una credibilidad total.
P. En un medio de comunicación como la tele los errores se magnifican al extremo y pueden salir muy caros. ¿Le cuesta asumir esa presión diaria?
R. Ese es uno de los mayores retos que tenemos. Yo siempre digo que en cuatro horas y media que dura ‘Espejo Público’ puedes hacer tres y media brillantes, pero si en la última cometes un fallo, todo el buen trabajo que has hecho durante la mañana se ve empañado por eso. Yo sé que cometo errores todos los días, pero la gente tiene que saber que hago mi trabajo lo mejor que sé y con ganas de superarme cada día. Si meto la pata, intento que sea lo menos posible.
P. Las noticias cada vez se mueven más rápido y se está perdiendo aquello de investigar detenidamente lo que hay detrás de cada historia. ¿Debería cambiar esta forma de trabajar?
R. Yo creo que todos tenemos que hacer un poquito de autocrítica y profundizar más, porque hay temas que tienen mucho recorrido y mueren en un día. No te convierte en mejor periodista ser el primero en dar una noticia, sino en ser el primero en darla bien. Hay que contrastar, trabajarse las fuentes y dedicar unos segundos más a que la información sea la correcta.
P. ¿Dónde está el límite entre el interés informativo y el espectáculo? Cada vez hay más morbo en televisión.
R. Yo tengo la suerte de trabajar en un medio que respeta muy bien los límites y estoy siempre cómoda con la información que damos en Antena 3. Creo que el límite está en no faltar el respeto nunca a ninguna de las partes. Nosotros no somos jueces, somos contadores de historias y nuestra misión es contar lo que está pensando, no juzgar, ni encasillar, ni montar un espectáculo de las noticias.
P. ¿En qué momento del periodismo nos encontramos? ¿Tienen futuro los medios convencionales?
R. Yo creo que sí. De hecho, a la radio y a la prensa se las intentó enterrar hace muchos años y ahora mismo tienen mucha vida y se han reinventado muy bien. El truco es encaminarse hacia nuevos formatos. La televisión se tiene que repensar por el nuevo consumo que hay, pero por muertos no se nos puede dar nunca. Siempre que ocurre algo, sobre todo algún suceso o evento importante, la gente tiene la necesidad de informarse con la televisión. Yo creo que esa es nuestra principal baza y la que nos tenemos que trabajar.
P. Fue Reina de las Fiestas de Guadalajara en 1999, con 17 años. Ahora a la madurez, ¿qué opina de este tipo de reconocimientos? ¿Son machistas?
R. No me parecen mal. En su momento era una tradición que había en las ciudades y en los pueblos y, aunque en Guadalajara ya ha desaparecido, no creo que sea un gesto machista ni mucho menos. La Reina y Damas de las fiestas son representantes y también podríamos elegir a chicos y chicas para que no sean solo mujeres. Tampoco es un certamen de belleza ni nada similar.
P. Y hablando de machismo... ¿Lo ha sentido en el desempeño de sus labores?
R. Yo, personalmente, nunca he sufrido machismo. Quiero pensar que no estoy donde estoy por ser mujer, sino porque trabajo bien y soy apta para este puesto.
P. Pero es innegable que las mujeres lo seguimos teniendo más difícil que los hombres. Se nos cuestiona mucho más, sobre todo físicamente.
R. Eso sí. A nosotras se nos mira siempre con lupa si estamos bien peinadas, maquilladas o vestidas. Yo, que me acabo de incorporar de mi segundo embarazo, con el primero tuve que escuchar muchas veces que estaba muy gorda y ahora que estoy muy delgada. Nunca llueve a gusto de todos y siempre va a haber quien mire más cómo eres que tu forma de trabajar, aunque creo que eso irá cambiando poco a poco y también es importante que nosotras como mujeres lo superemos.
P. ¿Se considera feminista?
R. Yo creo que todo el mundo debería serlo. El feminismo es apoyar a la mujer y promover que esté en igualdad de derechos. Por supuesto que soy feminista.
P. Estamos en un momento de crispación política y mucha incertidumbre. ¿Qué futuro cree que le espera a España?
R. Yo creo que nos han pasado tantas cosas y tan distintas en tan poco tiempo que es imposible hacer un pronóstico. Lo único que pido es que empiece a haber estabilidad en Ucrania porque eso nos vendrá bien a todos. Mi deseo es que el conflicto acabe cuanto antes y espero que, a partir de ahí, todo empiece a encauzarse. Esperemos que no surjan más acontecimientos extraños o históricos, que ya llevamos demasiados.