Imágenes de la "Disco Vaca" celebrada en Brihuega el pasado domingo.
Un "after hours taurino" indigna a PACMA: becerros como colofón a una noche de fiesta y excesos
Los animalistas denuncian que la "Disco vaca" de Brihuega (Guadalajara) fue un "hervidero de excesos" donde los animales fueron perseguidos "hasta la extenuación".
19 octubre, 2022 12:09El partido animalista PACMA ha hecho públicas varias imágenes y un vídeo de la "Disco vaca" que se llevó a cabo el pasado domingo a las 6:30 horas de la madrugada en la plaza de toros de Brihuega (Guadalajara). El espectáculo -que se lleva a cabo en otros muchos puntos de la geografía nacional- consistió en la suelta de varios becerros para la diversión de los participantes, mientras que un DJ amenizaba la fiesta. El evento formaba parte de la programación del Ayuntamiento para celebrar la Feria de San Rafael.
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Los animalistas, que han calificado la celebración como un "after hours" taurino, han denunciado que durante la "Disco vaca" de Brihuega decenas de jóvenes "con bebidas alcohólicas en mano e incluso con cigarrillos en la boca, atosigaron y tironearon a los animales" como "colofón a una noche de fiesta en el pueblo". PACMA, además, asegura que entre los participantes había personas en "aparentemente en estado de embriaguez".
En la misma línea, han condenado este tipo de prácticas en las que "se ridiculiza, persigue, agrede y agobia a un animal". Sobre los becerros participantes, PACMA asegura que se encontraban "sobresaltados por el nivel de ruido y la cantidad de gente presente", además de ser perseguidos "hasta la extenuación al son de la música".
Varios participantes de la "Disco vaca" de Brihuega con bebidas en la mano.
Desde PACMA aseguran que el horario de celebración de la "Disco vaca" supone la creación de un "hervidero de excesos" que acaban pagando los animales, pese a que "la organización es totalmente consciente de ello".
"Ponen a los jóvenes, muchos ya sobrepasados, a desquitarse con los becerros. Dan un espectáculo lamentable. Muchos son pisoteados y arrastrados mientras intentan empujar y tentar a las crías. Es indescriptible la vergüenza ajena que producen las imágenes y el hecho de saber que cosas así están pagadas con dinero público", argumentan desde la formación animalista.
