Los sindicatos de CCOO y UGT han informado de que la patronal estatal de la Limpieza de Edificios y Locales, ASPEL, "ha roto cualquier posibilidad de acuerdo" para firmar los convenios colectivos del sector de las provincias de Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo, caducados desde 2021 y cuyas 15.000 trabajadoras llevan en huelga desde el pasado martes. Es por ello que "la huelga continúa".
Según EFE, en un comunicado, ambos sindicatos han acusado a los representantes patronales de volver "inopinadamente" a su planteamiento inicial, el mismo que ha motivado el conflicto, tras casi ocho horas de reunión y "cuando el acuerdo parecía al alcance de la mano".
Explican que han negado cualquier incremento salarial en el año 2022, "ofreciendo un máximo de 9 % en la suma de los tres años siguientes, rechazando por completo la introducción de una cláusula de revisión y negándose en redondo a la reducción de jornada que reivindican los sindicatos para mejorar el porcentaje salarial y de cotizaciones del 75 % de las trabajadoras del sector, que tienen contratos a tiempo parcial".
Para los sindicatos, "las condiciones de la patronal son miserables e inaceptables, las mismas que hace una semana y que hace un año. Su actuación hoy en la mesa de negociación ha sido una vergüenza, ya que, al final, una sola empresa, Clece, que apenas tiene presencia en las provincias afectadas por la huelga, ha arrastrado a toda la bancada patronal a una posición bochornosa e impresentable, lo que aboca al sector al conflicto permanente".
Continúa la huelga
Debido al desacuerdo, la huelga continuará el viernes, cuando finaliza el primer ciclo de huelgas vigente. A partir de ese momento, los sindicatos valorarán de nuevo con sus delegados, afiliación y con los trabajadores la convocatoria de nuevos paros y movilizaciones.
Además, han agradecido a la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, la convocatoria de la reunión de este martes, "que ha sido una oportunidad de poner fin al conflicto y, por momentos, ha parecido posible, pero que ha concluido en fracaso por la mezquindad de algún representante patronal y por la aquiescencia de sus colegas de bancada".
"Esperamos que el Gobierno de Castilla-La Mancha saque sus conclusiones, pues no creen que un buen Gobierno pueda tolerar que 15.000 mujeres que están a su servicio y que son esenciales para el correcto funcionamiento de la administración autonómica, reciban el desprecio y la humillación de las empresas que se lucran con su trabajo y que se benefician de las adjudicaciones públicas y del dinero público".