Castilla-La Mancha no ha registrado nuevos focos de viruela ovina y caprina y "si las cosas van bien" la inmovilización del ganado en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo podría levantarse "antes de lo previsto". 

Así lo ha indicado este martes la portavoz del Gobierno autonómico, Blanca Fernández, a preguntas de los medios, donde ha detallado que se han enviado más de 50 muestras a un laboratorio de Madrid y todas ellas han tenido resultado negativo, por lo que la última prueba que dio positivo fue en una explotación de Alcázar de San Juan.

Fernández ha señalado que desde el Ejecutivo están "moderadamente satisfechos" con este progreso y ha asegurado que la inmovilización del ganado "es la mejor de las decisiones que se podían tomar".

"Es una decisión dura y difícil que puede provocar pérdidas, pero muchas más provocaría un contagio extendido de la enfermedad. Es la mejor de las decisiones y si las cosas van bien incluso podría levantarse antes de lo previsto", ha comentado, aunque no ha dado ninguna fecha concreta. 

La portavoz ha explicado que ya se han pagado en la región 4 millones de euros en indemnizaciones a los ganaderos "al precio que establece un Real Decreto", aunque ha reconocido que desde la Junta van a poner en marcha ayudas para la reposición, de manera que aquellas explotaciones que quieran continuar con su actividad van a tener una ayuda extra. 

Restringidas las entradas y salidas a explotaciones

La Dirección General de Agricultura y Ganadería de Castilla-La Mancha publicó el pasado 9 de febrero una resolución por la que se restringen totalmente las entradas y salidas de explotaciones ganaderas de ovino y caprino en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo a consecuencia de la viruela ovina y caprina.

Esta resolución determina que únicamente podrán autorizarse los desplazamientos de ovinos y caprinos directamente a un matadero, situado en Castilla-La Mancha, para su sacrificio inmediato y con una serie de condicionantes.

Entre esas condiciones está el que los animales destinados al desplazamiento han permanecido en el establecimiento de origen durante, como mínimo, los treinta días anteriores a la fecha del desplazamiento, o desde su nacimiento si son menores de treinta días. Además, los medios de transporte utilizados tendrán que cumplir con una serie de requisitos, entre los que se encuentran la limpieza y desinfección de los mismos.

De igual modo, los animales destinados al traslado tendrán que ser sometidos a un examen clínico en las 48 horas previas a la carga y no haber mostrado signos clínicos ni lesiones de viruela ovina y caprina.

Por su parte, en las explotaciones con clasificación zootécnica de cebadero, tras el vaciado completo de las instalaciones deberán realizarse actuaciones de limpieza y desinfección para poder introducir animales cuando se levanten las medidas establecidas. Y todo vehículo que acceda a una explotación ganadera de ovino y caprino de Castilla-La Mancha deberá desinfectarse correctamente a la entrada y salida.