La criminalidad ascendió en las cinco provincias de Castilla-La Mancha a lo largo del año 2022, cuando se cometieron en la región 80.991 delitos, de los cuales 65.258 fueron convencionales y 15.733 ciberdelitos.

Así, dos de cada diez hechos delictivos registrados en Castilla-La Mancha ya suceden en Internet. De hecho, mientras que la criminalidad en términos generales ha aumentado un 20,1 por ciento respecto a 2021, los delitos convencionales ha subido un 17 por ciento y la cibercriminalidad ha aumentado un 35 por ciento. 

Según el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior, los homicidios dolosos y asesinatos consumados son los delitos que más han crecido interanualmente en Castilla-La Mancha, hasta un 80 por ciento (18 frente a 10). Le siguieron las estafas informáticas, con un ascenso de casi el 40 por ciento, y las agresiones sexuales con penetración, que aumentaron un 31,7 por ciento (83 frente a 63).

Por contra, los delitos que han acumulado mayores descensos han sido los homicidios dolosos y asesinatos en grado tentativa, que han bajado un 30,9 por ciento, y los delitos por tráfico de drogas, que han registrado una caída del 2,3 por ciento (557 infracciones frente a las 570 que se registraron en 2021).

Otro aumento significativo fue el de los hurtos, al contabilizarse 14.407 infracciones penales, lo que supuso un incremento del 31,3 por ciento con respecto a 2021 (10.970 delitos).



Crecieron también el año pasado las sustracciones de vehículos un 26,3 por ciento, así como los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones que crecieron un 8,6 por ciento en relación a los que hubo en 2022.

Por provincias, Albacete encabeza el ranking de ascenso en criminalidad (un 30,5 por ciento más), seguida del crecimiento del 24,4 por ciento  en la provincia de Guadalajara, del 16,9 por ciento más de Ciudad Real, del 15,8 por ciento más de Toledo y del 14,4 por ciento de ascenso en Cuenca.