"No estoy detrás, y delante menos, de ningún tipo de ambición personal". El socialista Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha y candidato a la reelección el próximo 28-M, ha insistido de nuevo en que su postura crítica con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no corresponde a "una estrategia de fondo ni una conspiración" para acabar sucediéndole. "No es ese el objetivo por el que dejo las cosas claras", ha asegurado García-Page durante una entrevista concedida a Carlos Herrera en la cadena Cope.
En palabras del barón castellano-manchego, que en múltiples ocasiones ha censurado los acuerdos del Gobierno de Sánchez con la izquierda radical y los separatistas, hacer uso de una voz propia queda justificado al ser su obligación como jefe del Ejecutivo de Castilla-La Mancha para que "esta tierra sea escuchada al mismo nivel que el resto". Se limita, a su juicio, a "opinar sobre aquello que son derechos constitucionales de mi tierra y que se ven afectados por la gestión de los independentistas y sus ataques".
Aunque ha rechazado explícitamente que esté pensando en un futuro próximo dar el salto al Senado para erigirse desde la Cámara Alta como alternativa interna en el PSOE a Pedro Sánchez, García-Page ha aclarado: "A mí no me va a faltar esa voz esté donde esté". Centrado completamente en ganar las elecciones autonómicas el 28-M para revalidar su actual cargo institucional, ha dicho, el líder socialista en Castilla-La Mancha ha rechazado cualquier tutela desde Ferraz: "Como presidente autonómico no tengo más jefe que los ciudadanos. Soy el máximo responsable, y también culpable, de lo que pase en Castilla-La Mancha. No me someto a consignas. El que lo haga, en el pecado lleva la penitencia".
Sánchez en campaña
Respecto a la campaña electoral con vistas a las elecciones autonómicas del 28-M, García-Page aspira a dejar al margen en Castilla-La Mancha los debates políticos en clave nacional. En ese sentido, al ser preguntado si considera que la presencia de Pedro Sánchez en la previa de los comicios suma o no, el barón castellano-manchego ha respondido que "la distorsión nunca ayuda".
"Esto no son unas lecciones generales y estamos hablando todo el rato de política nacional", ha dicho García-Page a Carlos Herrera en la Cope. "Le vamos a pedir a los ciudadanos que se pronuncien sobre la gestión de un alcalde o un presidente autonómico, que elijan cómo quieren su sanidad o su educación. Me interesa, y es lo sano democráticamente, que se hable de las cosas que dependen de mí", ha añadido.
Estas declaraciones del jefe del Ejecutivo castellano-manchego, uno de los dirigentes del PSOE más críticos con el presidente del Gobierno de España y secretario general de los socialistas, llegan pocos días después de no participar en el acto preelectoral que Sánchez protagonizó el pasado viernes en la ciudad de Toledo, ausencia que ha justificado al encontrarse de viaje institucional en Bruselas. "Mi deber es la Presidencia", ha aclarado.
Además, García-Page ha evidenciado que las relaciones entre el PSOE castellano-manchego y Ferraz no pasan por un momento de especial fluidez ya que, según ha dicho, cuando Pedro Sánchez tiene algún acto en Castilla-La Mancha "lo que nos suele pasar es que nos dicen cuándo viene y punto". Concretamente, sobre el mitin del pasado viernes en Toledo, ha asegurado que "cuando nos dijeron que iba a venir yo ya avisé de que no podía estar". "El que podría molestarse soy yo. ¿Por qué se mantiene un acto cuando el presidente regional no está aquí? Pero no es el caso", ha aclarado.