La organización de defensa de los conductores Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ha publicado un estudio sobre los radares fijos que tiene la Dirección General de Tráfico en España. En él, constata que el 28% de las multas las acumulan 50 de los 1.000 dispositivos de control de velocidad fijos distribuidos por las carreteras españolas. De ellos, dos se encuentran en Castilla-La Mancha, concretamente en las provincias de Ciudad Real y Toledo.
El radar castellano-manchego que más multas puso en 2022 se encuentra en el punto kilométrico 230,8 de la A-4 (Autovia del Sur) a la altura de Almuradiel (Ciudad Real). Los datos de AEA apuntan a que es el 21º más activo de todo el país con un total de 24.680 denuncias.
El otro dispositivo de la región que entra en este Top 50 está situado en el término de Santa Cruz de Rematar (Toledo), concretamente en el kilómetro 57,8 de la A-5. En este caso, durante 2022 ha puesto 14.115 multas, lo que le lleva la puesto 44º de la lista.
Según este estudio, durante el año 2022 la DGT formuló 3.704.675 denuncias por exceso de velocidad, un 21,2% más que en el mismo periodo del año anterior. Para AEA, este incremento se puede deber a la puesta marcha de nuevos dispositivos.
En cuanto al dipositivo que más ha hecho recaudar a la DGT, se encuentra ubicado en el km. 74,7 de la A-381, a la salida del túnel de Valdeinfierno, en el término municipal de los Barrios (Cádiz), con un récord de 79.258 denuncias cuando el pasado año ni siquiera se encontraba entre los 50 más activos.
De esta manera, también se sitúa como el radar que más ha incrementado su actividad, concretamente un 300% más. Por detrás, se aparecen el situado en el km. 53 de la M-40, en Madrid (+200%) y el que se encuentra en el km. 42,2 de la GC-1, en Las Palmas de Gran Canaria (+100%).