El próximo 23 de julio, los españoles tenemos una nueva cita con las urnas y, coincidiendo con las vacaciones de verano, surgen muchas dudas. Entre ellas, cuándo sabremos si nos ha tocado estar en una mesa electoral y qué pasa si tenemos un viaje programado para esas fechas.
Los ayuntamientos han comenzado este jueves, 22 de junio, a realizar los sorteos para desginar a los miembros que conformarán cada mesa: presidente, vocales y suplentes. Este trámite podrá llevarse a cabo, como máximo, hasta el 28 de junio.
La Ley Electoral establece que estos sorteos deben realizarse entre los días vigésimo quinto y vigésimo noveno posteriores a la convocatoria, que se oficializó el pasado 30 de mayo. De esta forma, tendrían lugar entre los días 24 y 28 de junio, pero la Junta Electoral Central acordó permitir a los ayuntamientos adelantarlos dos días siempre que estuvieran preparados los censos electorales correspondientes.
¿Cuándo sabré si he sido elegido?
Una vez realizados los sorteos, los seleccionados recibirán una notificación por correo postal en un plazo máximo de tres días. Es decir, los días 29 y 30 de junio o el 1 de julio. Junto a esta carta encontrarán un manual de instrucciones donde se detalla la labor que deben realizar durante la jornada electoral.
Una vez recibida la desgnación, los elegidos tendrán un plazo de siete días para alegar su renuncia en el caso de que cuenten con una causa justificada que les exima de ello.
¿Qué pasa si estoy de vacaciones?
Debido a que estas elecciones son anticipadas y se celebran de forma excepcional en periodo de vacaciones, la Junta ha permitido librarse de estar en la mesa a los ciudadanos que acrediten haber contratado unas vacaciones antes del 30 de mayo, día que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, convocó oficialmente los comicios.
También quedarán exentos de participar en la mesa los mayores de 70 años, las personas que presenten algún tipo de discapacidad o que estén de baja, las embarazadas de riesgo o de más de seis meses, las mujeres en periodo de lactancia, los presos, las víctimas de delito con orden de alejamiento, quienes estén al cuidado de menores o discapacitados, las monjas o monjes de clausura, quienes tengan funciones electorales o los médicos, bomberos, policías, directores de medios y jefes de informativos.
En el resto de casos, es obligatorio acudir a la mesa electoral. En el caso de no presentarse, se podría asumir una pena de prisión de tres meses a un año o a una multa de seis a 24 meses.