Todo sigue igual en la cabecera del Tajo. O casi. Acaba de cerrarse el año hidrológico y los embalses de Entrepeñas y Buendía apenas mantienen las condiciones del año pasado y han conseguido retener 486 hectómetros cúbicos, tan sólo nueve más que en la misma fecha del año anterior. Una lámina de agua totalmente insuficiente y que indica un nivel muy bajo de reservas: tan sólo un 24 por ciento en Entrepeñas y un 17,11 en Buendía.
En opinión de la Asociación de Municipios Ribereños, esta situación significa que el cambio de las reglas de explotación y los recortes del trasvase Tajo-Segura han conseguido amortiguar un poco el golpe a la cabecera, pero de una forma escasamente satisfactoria y con una evidente necesidad de una "nueva modificación de las reglas de explotación".
La sequía ha quedado, por tanto amortiguada, pero las necesidades siguen siendo urgentes y los municipios ribereños exigen más al Ministerio de Transición Ecológica. El emblase de Entrepeñas cierra el año hidrológico con 195 hectómetros cúbicos y Buendía lo hace con 291,7. La adopción de nuevas medidas es "urgente", tal como denuncian desde los ribereños.
Impotentes
"Los defensores del Tajo y los embalses de Entrepeñas y Buendía asisten impotentes a una situación en la que la justicia no cesa de darles la razón, pero los tiempos políticos frenan actuaciones que son de urgente necesidad", lamenta la Asociación en un comunicado.
Los municipios ribereños consideran que cuentan con el apoyo de la Unión Europea a través de su Directiva Marco del Agua y de la justicia, "que ha ratificado una y otra vez las decisiones tomadas por el Ministerio de Transición Ecológica", pero aún así sigue siendo necesario subir las reservas de la cabecera.
"Los recortes de trasvases han amortiguado el golpe en un año muy difícil, pero el Gobierno de España, ahora en funciones, debe materializar cuanto antes ese nuevo hachazo al Memorándum de Cospedal para elevar la lámina de agua en Entrepeñas y Buendía", reclama Borja Castro, presidente de los Ribereños.