Continúan las reacciones desde el Gobierno de Castilla-La Mancha a la configuración del nuevo Gobierno central. Si nada más conocerse su estructura el presidente Emiliano García-Page avisaba que no iba a aceptar políticas de "yo invito y tú pagas", un día después ha sido Mercedes Gómez la que ha reaccionado a la continuidad de la vicepresidenta tercera y ministra de su ramo, Teresa Ribera. La titular de Desarrollo Sostenible en el Gobierno de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, ha valorado como una "buena noticia" que Ribera siga y le ha emplazado a que modifique cuanto antes las reglas del trasvase.
Mercedes Gómez, que este martes participaba en la II edición de las Jornadas técnicas sobre Prevención y Extinción de incendios forestales 'Incendios forestales. Un riesgo global', ha desvelado que este mismo lunes ha telefoneado a la ministra para trasladarle el "apoyo de Castilla-La Mancha" y apremiarle una solución "lo antes posible" de los asuntos que afectan a la región.
En este sentido, ha recordado que las demandas del Gobierno castellano-manchego se resumen en una "buena planificación hidrológica" de las siete cuentas que afectan a su territorio y la modificación de las reglas del trasvase Tajo-Segura.
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Pese a todo, ha recordado que con los nuevos planes de cuenca la comunidad autónoma ya cuenta con un caudal ecológico que se está implementando de manera progresiva en el río Tajo y "merma la capacidad de trasvases desde los embalses de cabecera". Se trata, ha dicho, de "primeros pasos" pero "no son suficientes", por lo que el objetivo del gobierno regional sigue siendo la modificación de las reglas del trasvase.
Cabe recordar que la pasada semana la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura daba luz verde al trasvase de 20 hectómetros cúbicos correspondientes al mes de noviembre, descisión ante la que Castilla-La Mancha se estaba planteando recurrir.
Como explicaba entonces la propia Mercedes Gómez, los embalses de cabecera se encuentra en nivel 3, es decir, en "situación hidrológica excepcional". Con este panorama, se lamentaba que el Ministerio no hubiese acometido "absolutamente ninguna restricción ni cautela con respecto a lo que se venía haciendo cuando estábamos en nivel 2, que es el nivel de normalidad", optando por el trasvase máximo según las actuales reglas de explotación.