Contundente discurso del presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, en el acto institucional de homenaje a la Constitución celebrado este martes en el Parlamento autonómico. Con tres claves fundamentales: defensa cerrada de la Carta Magna contra el separatismo que quiere romper España, denuncia de la "parodia" del mediador internacional en las negociaciones del PSOE y el Gobierno de Sánchez con el independentismo y confirmación de que habrá medidas legales, ya autorizadas por las Cortes de Castilla-La Mancha, contra un hipotético referéndum en Cataluña que vulnere los derechos de los castellano-manchegos.
En este contexto, Page considera, "con todo respeto al señor Galindo", en referencia al diplomático mediador Francisco Galindo, que el "intermediario internacional" en el proceso negociador de Sánchez es una "parodia" y que, como tal, "yo no me siento vinculado ni representado bajo ningún concepto". Tras afirmar que los partidos políticos tienen "libertad" para actuar como consideren oportuno, en clara referencia al PSOE y Junts, el presidente de la Junta ha dejado claro "de antemano" que esas negociaciones "no nos vinculan, ni nos sentimos representados por lo que un embajador del extranjero puede opinar, decir, sugerir o proponer".
"Todas las administraciones e instituciones del Estado tienen que dejar claro de antemano que no nos vincula y no nos sentimos, como instituciones, representadas ni dependientes de lo que un embajador del extranjero, por muy respetable que sea, pueda opinar, decir, sugerir o proponer", ha argumentado el líder autonómico. "Que le quede claro a él y le quede claro a todo el mundo", ha dicho.
"Es importante dejar claro que no nos representa bajo ningún concepto", ha dicho un Page muy crítico con esta coyuntura política en la que, "si alguno quiere decidir por su cuenta los derechos que tenemos los demás", tienen que saber que desde Castilla-La Mancha se tomarán las medidas legales que correspondan para impedir que, en un hipotético referéndum, se vulneren derechos de los castellano-manchegos. Esas medidas, ha explicado, ya están autorizadas por las Cortes autonómicas para aplicarlas si llega el momento.
"Los derechos de los castellano-manchegos no se pueden ver sometidos a la consideración de nadie que no sea la propia Constitución y las instituciones que de ella dimanan", ha dicho Page, al tiempo que ha asegurado que "nunca" terminará de entender que España tenga que someterse a mediadores internacionales.
"Ningún país puede permitir que unos poquitos terminen decidiendo por la inmensa mayoría", ha dicho Page, para quien "el relato en el que se basa esta parodia es completamente falso", y no puede haber "nunca" una solución a ningún problema "si no hay una verdad por delante y un diagnóstico cierto". "Lo de llamarlo conflicto no deja de ser una bobada", ha asegurado.
El presidente de Castilla-La Mancha, en todo caso, ha apelado a la fortaleza de España como país y a su confianza en una larga vida para la Constitución, que ha demostrado ser "enormemente fuerte" y eficaz para representar a todos, incluidos los que están contra ella.
Populismo reaccionario
En un discurso plagado de referencias a la Constitución y al sistema político del 78 en el que la Carta Magna fue alumbrada, el presidente de la Junta ha criticado a los que "desde el principio" han intentado cuestionar la democracia constitucional en España, señalando directamente a los independentistas, a los que ha definido como "populismo reaccionario".
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Tras mostrar su preocupación y la de muchos españoles por la situación política que vive España, Page ha defendido los valores de igualdad, unidad, division de poderes, cohesión territorial y viabilidad del sistema constitucional, aunque ha reconocido que hoy, a sus 55 años de edad, "es la primera vez que veo a suficiente gente preocupada en España" por estos conceptos que antes eran "interpretables pero no discutibles" y que ahora se han puesto en peligro.
"La Constitución va a seguir siendo nuestro hoja de ruta, personalmente creo que va a ser así, pero hay preocupaciones añadidas porque se detectan adversarios dentro de ella", ha afirmado el líder castellano-manchego, asegurando que en la España de 2023 hay "políticos piromanos que primero incendian y luego prometen apagar los incendios que han creado". No puede ser, ha explicado, que "tenga premio generar un problema de convivencia" y que se contrate a los "crispadores" para resolverlo.
Ofensiva independentista
Por otro lado, Page ha pedido defender la Constitución española ante "la ofensiva" del independentismo, al tiempo que se ha mostrado partidario de cambiarla de forma constitucional y democráticamente.
"Entiendo que hoy existe una ofensiva del independentismo a nuestra Constitución, que encima es la que les permite tener voz pública, altavoz y escaño; y creo que hoy tenemos que exhibir con claridad que nos aprestamos a su defensa", ha señalado durante su intervención en un acto en el que también ha intervenido el presidente del Parlamento, Pablo Bellido.
En este sentido, Page indicado que "probablemente" la amenaza "mas grave" que sufre la Constitución es por parte de "aquellos" que aspiran a "retorcerla" y han renunciado a respetarla "porque saben que no se rompe". "Retorcerla, que no es ni siquiera interpretarla, porque para interpretarla además del legislador ya están los tribunales de justicia".
El mayor periodo de progreso
Por su parte, Pablo Bellido ha reclamado un uso de la Constitución, la bandera y los símbolos del Estado "para unir y no para golpear y eliminar al adversario", defendiendo que la Carta Magna ha ofrecido a lo largo de estas cuatro décadas y media "el mayor periodo de estabilidad y de progreso de la historia".
Es por ello por lo que ha valorado "la utilidad y la vigencia, con los ajustes que sean necesarios" porque hay "materias que son susceptibles de mejora" como la pertenencia a la Unión Europea, la sucesión en la Jefatura del Estado, la protección integral de las mujeres o la lealtad de los territorios a la nación -entre otras cuestiones-, como ocurre también con la norma suprema de la región, el Estatuto de Autonomía, cuya reforma se está negociando.
El presidente del parlamento castellano-manchego, quien ha asegurado que la Constitución es "contenido y estilo, es fondo y forma", ha censurado que se viva "una guerra de reproches" y una "escalada de descalificaciones", con la "apropiación del instrumento" que es la Constitución, "como si solo fuese de unos contra otros" y ha pedido "evitar el uso partidista de la Constitución y de la bandera, que están para unirnos".