Así es la vida. Este hombre Pedro Sánchez, entregado sin límites morales a su obsesión de poder, sigue dando argumentos para la felicidad a los socialistas, y me acuerdo particularmente de los ocho diputados de Castilla-La Mancha, que cada día se llevan un susto al ver la portadas de los periódicos y luego tienen que decir amén en el Congreso o donde sea. Es traumático y me constan la desazón interior y el corazón entristecido de unos pocos. Lo de Bildu y el Tercer Reich da vergüenza ajena, pero son sólo los nuevos eslabones de una cadena infinita, así que la amnistía y el fugado van camino de dejar de ser noticia ante los incendios del sanchismo un día y otro día. Todo es un plan y una forma de vida.
Va de retro, ¿quién da más? En Europa deben estar alucinando. Tal vez sea esa la estrategia: diluir un escándalo con otro y que todo se convierta en un pantano en el que ir chapoteando como sea y seguir un día más con vida. Carpe diem. El caso es que pronto tendrá que votarse la ley de amnistía en las Cortes Generales y en ciertos escaños del Congreso no van a saber dónde meterse. Miro a algunos de los nuestros, pobrecitos. Lo sé: alzarán la mano con asco en el alma y la nariz tapada, digan en público lo que digan, y Sánchez seguirá cabalgando la Moncloa tan feliz a costa de un partido que se humilla, mengua y levanta muros entre los españoles, que es lo que nos faltaba por ver.
Conozco a un par de manchegos ingenuos que todavía creen en lo que llaman "la espantada de la dignidad", pero sondeo un poco y veo que eso no va a ocurrir. Tiene su gracia ver a Emiliano García-Page dando la batalla antisanchista cada día, Don Machaquito Erre Que Erre, pero todo lo demás es un desierto en el PSOE de Castilla-La Mancha, un partido confuso y dividido que, salvo milagro, no va a mover un dedo para evitar esa genuflexión. Así que perdamos la esperanza: la amnistía y todo el sanchismo que tenga que venir saldrá adelante con todo el PSOE votando como un solo hombre, a mayor gloria del amiguito preferido de Jorge Javier Vázquez.
Total, que todo sigue su curso y a Milagros Tolón le ha tocado la pedrea, nada desdeñable, de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, un carguito del que este mismo viernes toma posesión con asistencia estelar del ministro general del espectáculo y variedades, el gran Óscar Puente, y la mancheguísima Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda. El sanchismo toma posiciones en Zocodover y ahora le toca a Tolón ser su cara más visible en la región, premio gordo con el que la exalcaldesa de Toledo debe estar feliz y en el que puede hacer un gran papel, como intuyen con retranca en las cercanías del Palacio de Fuensalida. Verse las caras con Page y el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, van a ser dos de las gratísimas tareas que Tolón tiene por delante, dado el buen rollito bilateral que tradicionalmente existe en esta excursión, así que enhorabuena y a disfrutar de las vistas. Felicidades también a Paco Rueda y Fernando Moreno, que van a ser desde este viernes jefe de Gabiente y jefe de Prensa de Tolón en su nuevo alto cargo. Dos buenos tipos.
Pero lo que me ha vuelto loca leer de buena mañanita es la cena de los famosos que ha organizado el departamento de Patricia Franco, la excepcional consejera de Page, en la Gran Vía de Madrid para hablar bien de Castilla-La Mancha y hacer una exhibición de calidad turística, riqueza gastronómica y artesanía de primer nivel. Somos un territorio mágico e infinito, así que fue una velada maravillosa con mi admirada directora general Ana Isabel Fernández Samper como anfitriona y con esta constelación de estrellas todas juntitas y brillando en el firmamento: Sara Carbonero, Paula Echevarría, Bibiana Fernández, Alejo Sauras, Mónica Cruz, Raquel Perera, Blanca Entrecanales y Tomás Alía. Y la cena, todo un espectáculo a cargo de Juan Monteagudo, chef estrella Michelín del restaurante Ababol de Albacete, y un menú de lujo que aquí nos ha contado este periódico para la posteridad. ¡Qué bonito! Yo quiero que me inviten a la próxima.
Tampoco ha sido mala iniciativa la que ha tenido el expresidente de la Junta, José María Barreda, al coordinar un libro sobre Ciudad Real que me está interesando mucho y se presentó este miércoles en la Universidad. Un monton de buenos colaboradores han escrito con Barreda un libro al alimón que es un buen regalo manchego para esta Navidad. El bisnieto de la marquesa de Treviño y nieto del conde de La Cañada, que todo eso es Barreda y mucho más, me gusta más como escritor y profesor que como presidente de Castilla-La Mancha, que lo fue sin pena ni gloria y en ese reto imposible que supuso suceder a Pepe Bono. Volver a las letras ha sido un gran acierto, así que enhorabuena y viva Ciudad Real.