El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha aprovechado su presencia en la toma de posesión de Milagros Tolón como nueva delegada del Gobierno en la región para lamentar que "España baile al son y los caprichos de Puigdemont", una situación que según ha advertido "no puede traer nada bueno a nadie". Las palabras del barón castellano-manchego, siempre crítico con la deriva de pactos del Gobierno de Pedro Sánchez, se han producido en un acto que ha contado con la presencia de los ministros Isabel Rodríguez y Óscar Puente. 

Preguntado a la salida por las consecuencias que pueden traer los pactos entre PSOE y Junts para el país, el jefe del Ejecutivo castellano-manchego ha reconocido que le "duele" ver "cantidad de cosas que le toca hacer al Gobierno, no porque le guste sino porque no le queda más remedio". 

En este sentido, ha remarcado que le "molesta" observar cómo "personas a las que todos tenemos que respetar en sus cargos se tienen que someter a la voluntad y los caprichos" de Puigdemont. 

Justo antes, durante su intervención en el acto, Page ha hecho una contundente defensa del principio de "igualdad" entre territorios que recoge la Constitución Española y por el que "los ciudadanos, vivamos donde vivamos, tenemos los mismos derechos".

"Podemos decir con tranquilidad que no aspiramos a tener más que los demás, pero no admitimos tener menos", ha recalcado ofreciendo a la nueva delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha su mano para "trabajar codo con codo en pro de un planteamiento de colaboración institucional sobre un ideal que preside la ceremonia, que es la Constitución del 78”.

Estas palabras de Page llegan en una semana donde comunidades autónomas y Gobierno central se han sentado a hablar de financiación en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). En la línea de lo expresado en ese encuentro por el consejero castellano-manchego de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital, Juan Alfonso Ruiz Molina, el presidente autonómico ha reiterado que "una cosa es presumir de riqueza y pluralidad, y otra muy distinta que la pluralidad sea la excusa para pedir privilegios o para pedir más"

"Una cosa es ser diferentes y otra es ser desigual. Todos tenemos la misma condición de ciudadanos de España y por tanto todos tenemos y aspiramos a la misma representación y a los mismos derechos", setenciaba el presidente de Castilla-La Mancha.