La Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía ha lamentado que la Comisión de Explotación del trasvase Tajo-Segura, que se ha reunido este martes, ha constatado que los embalses de cabecera del Tajo están en nivel 2, lo que supone la aprobación automática de un trasvase de 27 hectómetros cúbicos correspondiente al mes de febrero.
En una nota de prensa, la asociación de municipios ribereños ha admitido que ha recibido "con pesar la esperada noticia" y ha lamentado que, un año después de la aprobación del nuevo plan de cuenca del Tajo no se hayan modificado aún las nuevas reglas de explotación del trasvase.
Los municipios ribereños ha denunciado que, en la actualidad, en los pantanos de cabecera aún quedaban 61,7 hectómetros cúbicos pendientes de trasvasar, pero han lamentado que "ahora son 88,7 hm3".
Una nueva "losa"
"Lo que debería ser una buena noticia, la habitual aunque mínima subida en el nivel de agua por estas fechas, se convierte en una nueva losa a sabiendas de que el agua que entre tiene dueño", se ha quejado la asociación de municipios ribereños, que ha mostrado su temor de que "la habitual mano izquierda con la que se trata a la agroindustria, especialmente en este momento de agitación en toda Europa, lastre una nueva oportunidad de poner fin al dislate del Tajo".
En este sentido, el presidente de la asociación, Borja Castro, ha considerado que "las reivindicaciones del sector no deberían pesar más que las necesidades urgentes de la cuenca cedente", y se ha mostrado confiado en que "el criterio técnico y todas las sentencias favorables se traduzcan en unas reglas de explotación acorde a lo que el escenario actual, la ciencia y el sentido común indican".
Asimismo, la asociación de municipios ribereños ha recordado que Entrepeñas y Buendía "se concibieron para una gestión plurianual y estarían preparados para afrontar hasta cinco años de sequía en caso de necesidad humana", tanto en Castilla-La Mancha como en otros territorios, algo a lo que nunca se han negado, ha subrayado.
"Queda por ver si decidimos adaptarnos a la realidad y amortiguar los problemas o preferimos recorrer el camino duro, con el río Tajo muerto, el Mar Menor podrido y el terreno yermo a sendos lados de la tubería", ha concluido la asociación de municipios ribereños.