La presencia de la borrasca Olivia ha envuelto este fin de semana a Castilla-La Mancha en una densa calima. La presencia de polvo sahariano arrastrado por este frente ha empeorado la calidad del aire y ha hecho subir las temperaturas a máximas por encima de los 30 grados, registros nada habituales en esta época del año.
Sin embargo, este domingo la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) avanza un cambio de tiempo. El paso del frente provocará un descenso térmico en buena parte del país pese al que se mantendrá un ambiente cálido, sobre todo en las regiones más orientales.
En Castilla-La Mancha la AEMET avisa de que hay probabilidad de que algunas zonas registren "lluvias de sangre", que no es otra cosa que precipitaciones en formas de barro por culpa del polvo en suspensión que hay en la atmósfera.
Durante toda la jornada, se producirán intervalos de nubes medias y altas que podrían llevar aparejadas lluvias débiles y algún chubasco en el tercio occidental y noroeste de Guadalajara por la mañana. Por la tarde estas precipitaciones, que serán dispersas y ocasionalmente en forma de tormenta podrían producirse por toda región a excepción del extremo sureste donde se abrirán grandes claros.
Las temperaturas mínimas irán en ascenso en el extremo sureste y en descenso en el resto que será ligero o sin cambios en el noroeste y en puntos de La Mancha. En cuanto a las máximas, presentarán descensos que serán localmente notables en La Mancha, a excepción del extremo suroriental, donde se mantendrán sin cambios o en ligero aumento.