El presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, se ha desmarcado rotundamente de las tesis protrasvasistas en materia de agua defendidas por su partido en Levante y ha propuesto que, con las nuevas reglas de explotación que prepara el Gobierno de España, los envíos desde la cabecera del Tajo hacia el Segura se produzcan únicamente "en casos de necesidad real" y no de "una demanda ilimitada" de la cuenca receptora.
Núñez, que ha arropado a los alcaldes 'populares' de Toledo, Ciudad Real, Albacete y Guadalajara durante el foro 'Ciudades castellanomanchegas: retos y oportunidades' organizado por el Club Conecta en Madrid, ha pedido al Gobierno de Castilla-La Mancha, presidido por el socialista Emiliano García-Page, que lidere una negociación con la oposición, los municipios y todos los agentes sociales afectados por el trasvase para consensuar las alegaciones de Castilla-La Mancha respecto al cambio de las reglas de explotación.
"Si tenemos que tener una posición nítida, unida, en torno al Tajo Segura, parece razonable que con carácter de urgencia el Gobierno de Castilla-La Mancha,
que debe de liderar el consenso en torno al Tajo Segura, convoque a aquellos a los que se afecta el Tajo-Segura" ha abogado Núñez, que se ha mostrado partidario de negociar "unas alegaciones pactadas en nombre de Castilla-La Mancha".
Para el líder regional del PP, el lugar donde se tiene que discutir esta postura común de la región es una mesa donde estén representados todos los afectados por el trasvase: "Los pueblos ribereños de la cuenca cedente de Guadalajara, los 31 pueblos de la comarca de Hellín a los que afecta el trasvase como cuenca receptora y también los que circunda el río Tajo", poniendo el acento en Toledo y Talavera de la Reina por ser los que más población tienen.
Prioridad de la cuenca cedente
Núñez ha avanzado que, en el debate sobre agua que tendrá lugar este jueves en el pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha, su partido pedirá que las alegaciones "garanticen nuestras necesidades presentes y futuras en materia hídrica".
Para ello, ha anunciado que propondrán al Gobierno de Castilla-La Mancha y al PSOE que "los trasvases a cualquier cuenca solamente se puedan producir en caso de necesidad real y no por una demanda ilimitada de la cuenca receptora", y siempre y cuando "se hayan garantizado las necesidades hídricas de la cuenca cedente, en este caso Castilla-La Mancha".
Para ello, Núñez ha asegurado que su grupo propondrá una planificación hidrológica para Castilla-La Mancha en la que queden reflejadas las "necesidades presentes y futuras no solo del agua para consumo humano, sino también para el consumo ganadero, agrícola y, por supuesto, para los desarrollos industriales".
[El Gobierno de Page pide a Núñez que se "alinee" con su propuesta en defensa del agua]
Esta llamada a la unidad de Paco Núñez llega dos días después de que los presidentes de Murcia, Comunidad Valenciana y Andalucía, también del Partido Popular, anunciasen que iban a abordar sus alegaciones al cambio de las reglas de explotación de manera conjunta.
Preguntado sobre si ha comentado esta postura con sus compañeros de Levante, Núñez ha respondido: "He hablado con mis compañeros de Castilla-La Mancha, que es a quien estoy defendiendo y a quien represento. Yo soy el presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, soy diputado en Castilla-La Mancha, lidero la alternativa al Gobierno de Emiliano García-Pae en Castilla-La Mancha, aspiro a presidir Castilla-La Mancha y, por supuesto, voy a defender siempre los intereses de Castilla-La Mancha".
"Con quien he consensuado esta postura es con el alcalde de Talavera de la Reina, con el alcalde de Toledo, con la alcaldesa de Guadalajara, con alcaldes afectados de los pueblos ribereños, tanto de Cuenca como de Guadalajara, no con la cuenca receptora", ha finalizado.
El PSOE cree que es un "subterfugio"
Como respuesta, el diputado regional del PSOE Fernando Mora ha acusado a Núñez de buscar un "subterfugio" para no adherirse a las alegaciones del PSOE y del Ejecutivo autonómico respecto al trasvase.
Además, le ha acusado de querer continuar con el período de "claudicación" con los presidentes levantinos que inició, según los socialistas, la expresidenta regional, María Dolores de Cospedal, con la firma del "Memorándum de la vergüenza", ya que no se ha mostrado en contra de ese documento con el que, a su juicio, se traicionaron "los intereses de Castilla-La Mancha, del Tajo y de los ciudadanos que viven a lo largo de la cuenca del río".