Tras una primavera con temperaturas relativamente altas en la mayor parte de la península, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) pronostica un verano "más cálido de lo normal" en Castilla-La Mancha.

Así lo han anunciado este miércoles la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, y el delegado de la AEMET en la comunidad autónoma, Luis María Bañón, que han ofrecido una rueda de prensa para hacer un balance meteorológico de la primavera en la región.

Bañón ha avanzado que "hay una alta probabilidad" -de entre el 70 y el 100 %- de que las temperaturas arrojen un valor que esté "en el 40 % de los más altos de la serie histórica". Esto quiere decir que cuando termine el verano y se comparen sus valores medios con la serie histórica (desde 1961), "estará en la parte más alta de la tabla".

Respecto a las precipitaciones para este periodo estival, el delegado de la AEMET en Castilla-La Mancha ha añadido que "hay entre un 40 y 60 % de probabilidad de que estén en el tercio inferior de la serie climatológica". Es decir, "en a parte baja de los registros".

Balance de la primavera

Por otro lado, en cuanto al balance de la primavera, la delegada del Gobierno ha detallado que "ha sido cálida", con una temperatura media de 13,4 grados, lo que implica una anomalía de 0,9 grados por encima de la serie de referencia y la sitúa como la décima más calurosa desde 1961.

Aunque ha habido en torno a 10 grados de diferencia entre las zonas del norte y las del sur de la comunidad, la anomalía cálida se ha distribuido de forma uniforme por todo el territorio, con casi un grado de promedio.

Por provincias, todas han tenido un carácter cálido menos la de Albacete, donde ha sido muy cálido. El mes de marzo fue cálido debido a que fue muy tormentoso, mientras que la situación anticiclónica hizo que abril fuera muy cálido, y mayo fue normal por las tormentas atlánticas más al norte, salvo en la provincia albaceteña.

En cuanto a las lluvias, han sido "normales", con una precipitación media de 152 litros por metro cuadrado, aunque, según Bañón, "no ha llovido por igual en toda la comunidad", sino que ha habido mayores precipitaciones en el norte y el oeste.

A su vez, en el sureste y el este de la región las precipitaciones han sido claramente inferiores, de entre el 25 y el 50 por ciento menos de lo habitual. El mes más lluvioso ha sido marzo, debido al impacto de las borrascas Mónica y Nelson.