La mudanza de las Cortes de Castilla-La Mancha desde el convento de San Gil, en el Casco Histórico de Toledo, al edificio del Quixote Crea, en la zona de San Antón-Avenida de Europa, tendrá que esperar. Al menos así se desprende de las palabras del presidente de la Cámara castellano-manchega, Pablo Bellido, quien ha asegurado que hoy por hoy "hay cosas más urgentes".
Durante una entrevista concedida a Europa Press, Bellido ha explicado que este cambio avanzado por el presidente de la Junta de Comunidades, Emiliano García-Page, el pasado mes de octubre, está a la espera de recibir su primera inyección presupuestaria para sufragar el proyecto y a partir de ahí avanzar en la estrategia.
Cuestionado por los posibles plazos y el montante de la adaptación de un edificio que, recordemos, está inacabado, la segunda autoridad regional ha señalado que podrán calcularse con más exactitud cuando el proyecto esté iniciado.
En cualquier caso, ha subrayado que una vez quede planteada la obra, "hay que ir a por ello".
La principal razón esgrimida por el Ejecutivo autonómico y las propias Cortes para impulsar el traslado es la falta de espacio en San Gil, más si cabe teniendo en cuenta que el PSOE y el PP negocian una reforma del Estatuto que supondrá ampliar el número de diputados desde los 33 actuales hasta los "cincuenta y muchos".
Page fue el primero en poner el asunto sobre la mesa el pasado mes de septiembre cuando habló de la posibilidad de buscar una nueva sede a las Cortes de Castilla-La Mancha, algo que planteó como "razonable" para poder "dar cobijo a las dependencias y organismos independientes que están supeditados" al Parlamento.
Una propuesta que concretó el 25 de octubre al insistir en que "estamos limitados en espacio en el convento de San Gil" y ofreció la financiación del Gobierno autonómico para reformular el proyecto del Quixote Crea -pensado inicialmente como espacio cultural y gran auditorio- y finalizar a lo largo de la legislatura las obras de edificación para convertirlo en sede parlamentaria.
"Dará vida a barrios como Santa Teresa y Palomarejos", añadió Page sobre la nueva vida que le espera al Quixote Crea, cuyas obras fueron paralizadas en 2012, durante el mandato de María Dolores de Cospedal.
A su vez, el nuevo espacio también daría cabida a la Cámara de Cuentas, al recién creado Consejo de Transparencia y "a alguna institución más vinculada con el poder legislativo", según agregaba más tarde Pablo Bellido.
Oposición vecinal
El anuncio de Page fue acogido con recelo por numerosos vecinos del Casco Histórico, quienes veían en este movimiento una amenaza para el barrio por la marcha de trabajadores de la administración que hacen vida en la zona más antigua de la ciudad.
No obstante, Page garantizaba que el convento de San Gil, sede de las Cortes de Castilla-La Mancha desde 1985, será ocupado con más personal y servicios públicos de la Presidencia de la Junta y el Gobierno de Castilla-La Mancha, por lo que no perderá su uso público.
La titularidad del edificio es municipal, aunque el Ayuntamiento toledano cede gratuitamente el inmueble para que el Parlamento castellano-manchego lo utilice como sede y lo mantenga. El propio alcalde, el 'popular' Carlos Velázquez, dijo en su día que no se opondrá al traslado de las Cortes siempre que San Gil mantenga un uso administrativo.