Castilla-La Mancha es bien conocida en el mundo por sus importantes edificaciones históricas, una muestra singular que se exhibe en sus cinco provincias. Mas cuando se trata de otro tipo de construcciones, más modernistas, el conocimiento se pierde y la altura media de su skyline no es precisamente de las más elevadas del país.

El portal Idealista/news ha publicado una relación de las edificaciones más altas de cada provincia, sin que en ningún caso alcancen los setenta metros, un altura modesta comparada con otras ubicadas en el resto del país.

En Albacete lidera esta lista la Torre La Pajarita, cuyo barrio coge su nombre de una antigua fábrica de chocolate que se ubicaba en el lugar de la torre. El edificio cuenta además con el honor de ser el más elevado de Castilla-La Mancha con 68 metros de alto y 20 plantas, todas ellas de uso residencial.

En Talavera de la Reina, el edificio La Paz es el más alto no solo de la Ciudad de la Cerámica, también de la provincia de Toledo en su conjunto, una construcción de 62 metros de altura inaugurada en 1972, de uso mixto, que combina los inmuebles residenciales con las oficinas. No obstante, si tenemos en cuenta los 92 metros de altura de la torre de la Catedral, Patrimonio de la Humanidad, el edificio talaverano quedaría por debajo.

Ciudad Real se situaría la tercera de la lista si comparamos los edificios más elevados de cada provincia gracias a los 52 metros de alto del edificio ubicado en la calle General Aguilera número 17. Se trata de un inmueble residencial de 15 plantas ubicado en la Plaza del Pilar. Su construcción finalizó en el año 1969, lo que convierte la edificación en una de las más longevas de esta lista. Además, la parte baja de la torre dispone de diferentes locales comerciales.

La provincia de Guadalajara no cuenta con un horizonte especialmente elevado, algo que se confirma al observar su edificio más alto. La Torre Caja de Guadalajara cuenta con 48 metros de altura y 12 plantas que, tras su inauguración en 2009, fue la sede de la Caja de Guadalajara. En la actualidad, es propiedad de Garraposa S.L., que la tiene en alquiler desde el año 2013. Su diseño destaca por su piel de vidrio de color verde que solo deja de estar presente en su fachada trasera, que se completa con un cerramiento de chapa estirada metálica.

Por último, Cuenca tampoco destaca precisamente por la altura de sus edificios, pues la mayor parte de ellos no llegan ni a las 8 plantas de elevación.  Los conocidos como rascacielos de San Martín son una ligera excepción que alcanza los 12 pisos en algunos puntos, todos ellos elevados sobre la roca. En pie desde el siglo XV, se construyeron como solución al crecimiento poblacional que vivió la región, pero mantienen el encanto de Cuenca para visitantes y residentes. La Torre Blanca de Cuenca, por su parte, tiene 10 plantas, pero destaca en el horizonte por la elevación de su suelo.