Tres días después del Comité Federal del PSOE del pasado sábado en el que Pedro Sánchez mostró su intención de seguir gobernando en España "con o sin el poder legislativo", el presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha pedido al presidente del Ejecutivo y líder de su partido que "reflexione" sobre las condiciones en las que está dispuesto a mantener el poder y para qué.

"No se trata ni siquiera de hacer cosas o aprobar leyes, sino de hacer las cosas que ha prometido", ha dicho Page en una entrevista en el programa Espejo Público de Antena 3, en el que ha insistido en que el objetivo es valorar "si se puede sacar adelante lo prometido a la ciudadanía, pues hay que buscar las formas, y desde luego no a cualquier precio, ni de cualquier manera".

El líder castellano-manchego ha pedido, en este sentido, que tanto el propio Gobierno como el PSOE y la sociedad española reflexionen sobre "en qué condiciones queremos simple y llanamente mantener el gobierno, y si podemos o no podemos hacer cosas". Estas palabras de Page llegan en plena división interna en el PSOE por el concierto económico de Cataluña que tanto está convulsionando la política española.

Callejón sin salida

El presidente de Castilla-La Mancha ha recordado que desde el primero momento de esta legislatura ya alertó sobre el "callejón sin salida" y el "laberinto" en el que Sánchez se estaba metiendo, y ha denunciado que se está haciendo "lo contrario" de lo que se prometió en las elecciones, como la Ley de Amnistía, recurrida, por cierto, este lunes por el Gobierno de Castilla-La Mancha ante el Tribunal Constitucional, tal como viene informando EL ESPAÑOL-EL DIGITAL CLM.

A juicio de Page, y según informa Europa Press, "la amnistía y los indultos" forman parte de "una misma cadena". "Es decir, todo son consecuencias, no de que los indultos por sí mismos fueran buenos, aunque ahora se venden como buenos, pero la intención original era ir tirando para adelante y cumplir compromisos para gobernar".

"Todos forman parte, en menor o mayor escala, de un cierto chantaje, a mi juicio bastante espurio, de los independentistas, y eso me preocupa muchísimo", ha condenado el presidente de Castilla-La Mancha, uno de los líderes autonómicos más críticos con Sánchez en el Comité Federal sábado en relación al cupo catalán pactado con los separatistas de ERC.

Comité Federal

Preguntado sobre si sus criticas al acuerdo con ERC tendrán recorrido en su partido, García-Page ha indicado que se tiene la "mala costumbre" de pensar que el Comité Federal resuelve algo.

"Fue un comité importante en términos dialécticos, fuerte para entendernos, pasaron muchas cosas. Pero no se vota, no se decide", ha dicho el líder de la federación castellano-manchega, que ha vuelto a insistir en que "hay muchísima más gente en el Partido Socialista que tiene diferentes opiniones", pero no todos tienen la misma capacidad de hacerse escuchar. "Algunos tenemos protagonismo público, otros no".

Dicho esto, y tras asegurar no ser "ni sanchista ni antisanchista", ha abogado por un PSOE "moderado, que no crea que tenga toda la razón, que tiene que escuchar, que puede pactar".

"Lucho contra todo tipo de fanatismos en general, incluido a veces los internos, y contra cierto populismo interno que se coló en España en el 2007 y, que a veces podía representar Pablo Iglesias, y que excita las peores pasiones, a veces, de la militancia", ha dicho el líder castellano-manchego.

Respuesta a Feijóo

Por otro lado, Page respondido este martes al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que los presidentes de autonomías no ordenan el voto a los diputados de su partido en el Congreso de los Diputados porque, entre otras cuestiones, no los eligen, sino que, en el caso del PSOE, vienen impuestos de Ferraz.

"¿Qué es lo que están diciendo? ¿Que los diputados al Congreso reciban órdenes de cada presidente autonómico? Solo faltaría que en España, cada presidente autonómico tuviera posibilidad de ordenar a los diputados de su región, aunque ni siquiera los ponemos nosotros", ha aseverado García-Page en relación al reto de Feijóo para frenar el cupo catalán con el voto contrario de los diputados socialista de Castilla-La Mancha.

Tras bromear asegurando que necesitaría "un programa entero" para responder al líder del principal partido de la oposición, a modo de ejemplo, ha planteado que "si mañana los diputados de Cataluña del PP dicen que, como ya prometieron en su día, Cataluña tendría que tener régimen especial, algo que dijo el PP en Cataluña. ¿Va a querer votar otra cosa en el Congreso? ¿Lo va a tolerar?".

"Sería un descontrol de país si todos nos comportáramos como un independentista, es decir, y ya ni el PP ni el PSOE pudieran vertebrar la opinión generalizada. Yo no creo que España necesite un congreso en el que nos convirtamos en 17 comunidades cada uno a defender lo suyo".