Emiliano García-Page es optimista ante su reunión de esta tarde, a las 16 horas en el Palacio de la Moncloa, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pese a sus constantes discrepancias políticas y el "choque de trenes" que vienen protagonizando desde hace meses por el cupo catalán, el presidente de Castilla-La Mancha ha dicho que confía "sinceramente" en que la cita ofrezca buenos resultados y que los intereses "más esenciales" de los castellano-manchegos "puedan tener una salida positiva". 

Es evidente que Sánchez recibirá a su barón más díscolo en un clima de ruptura y notable distanciamiento entre ambos dirigentes políticos, pero Page acudirá esta tarde al encuentro con voluntad de diálogo y con una intensa tabla reivindicativa que, aparte del cupo catalán y la financiación autonómica, incluye otros asuntos de gran calado como el trasvase Tajo-Segura, el AVE Madrid-Castilla-La Mancha-Extremadura y otras infraestructuras vitales o la necesidad de resolver el suministro eléctrico para impulsar las inversiones empresariales, entre otros muchos.

"Soy un firme partidario, casi un apóstol, del diálogo, de manera que a mí me interesa siempre que hay oportunidad de hablar y de expresarse con claridad", ha dicho Page en estas horas previas al cara a cara, insistiendo, no obstante, en la "inviabilidad constitucional" del concierto económico de Cataluña.

Seis años sin verse

La reunión tendrá lugar seis años después del último cara a cara bilateral que Sánchez y Page mantuvieron en la Moncloa el 15 de octubre de 2018. El encuentro se enmarca, como se sabe, en la ronda de reuniones que el presidente del Gobierno está manteniendo con los presidentes autonómicos tras la fuerte controversia que la financiación singular catalana ha provocado en la política española. 

Este viernes, además de Page, son recibidos por Sánchez en la Moncloa los presidentes autonómicos de Murcia y Comunidad Valenciana, los populares Fernando López Miras y Carlos Mazón, también muy críticos con el concierto económico de Cataluña, aunque el encuentro del presidente de Castilla-La Mancha es el que ha generado mayor expectación.

De hecho, el Gobierno de Castilla-La Mancha, los consejeros de Page, mantiene altas expectativas ante los resultados de esta cita, de la que se esperan soluciones para los grandes asuntos pendientes de la comunidad, con el nuevo modelo de financiación autonómica como eje fundamental. 

Emiliano García-Page y Pedro Sánchez en su encuentro oficial del 15 de octubre de 2018 en la Moncloa.

Un sistema más justo

En este sentido, el rechazo de Page al cupo catalán incluye la reivindicación de que la reforma del actual sistema de financiación autonómica se lleva a cabo de forma "más justa y solidaria", con el objetivo primordial de que Castilla-La Mancha pueda salir de su actual estatus de comunidad infrafinanciada, una situación en la que también se encuentran Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana.

Las fuertes críticas de Page a la cesión de Sánchez a los separatistas con el cupo catalán han tensado las relaciones políticas entre ambos y el encuentro oficial de este viernes se producirá en ese ambiente de falta de química política y personal.

El presidente castellano-manchego llegó a calificar el concierto económico para Cataluña como "obsceno, grosero y bochornoso" en una contundente declaración institucional que realizó el 31 de julio en el Palacio de Fuensalida, en la que fijó su posición crítica con el ya famoso "hasta aquí" que retumbó en los pasillos de Ferrar y la Moncloa.

Amnistía y más críticas

Page, desde entonces, ha dejado un largo rosario de críticas contra las cesiones al independentismo, incluida la Ley de Amnistía, contra la que presentó recurso el pasado 9 de septiembre ante el Tribunal Constitucional por considerar que "vulnera el principio de igualdad" consagrado en el artículo 14 de la Constitución Española.

El cupo catalán ha sido, en todo caso, el principal caballo de batalla del líder castellano-manchego en las últimas semanas y, de hecho, Page ha anunciado que en la reunión de este viernes intentará persuadir a Sánchez de la necesidad de dar marcha atrás por la razón, a su juicio evidente, de que rompe la igualdad entre los españoles y la solidaridad territorial. El Gobierno de Castilla-La Mancha cree que esta financiación singular para Cataluña provocará un notable agujero económico a las arcas de la comunidad, y por esta misma razón el PP presiona a Page para que "ordene" a los ocho diputados socialistas de la región que voten contra el cupo y "hagan caer" a Sánchez.

Este clima de tensión política se dejó notar en el Comité Federal del PSOE del pasado 7 de septiembre, donde Page y otros barones, como Javier Lambán, denunciaron el pacto del PSC con ERC y la falta de explicaciones del Gobierno, que aún no ha hecho público oficialmente el contenido exacto del acuerdo. En ese Comité Sánchez ni siquiera entró a debatir el cupo catalán con sus barones autonómicos.

Los "grandes temas"

Está claro, por tanto, que la financiación autonómica va a ser el eje central de los asuntos que Page planteará a Sánchez, aunque el presidente de Castilla-La Mancha ya ha hecho públicos otros "grandes temas" que quiere llevar a la reunión, entre ellos uno fundamental en la política autonómica: el abastecimiento de agua y el cierre del trasvase Tajo-Segura, un asunto en el que la posición de Castilla-La Mancha choca frontalmente con las regiones del Levante.

Page, en este sentido, va a pedir a Sánchez que se pongan en marcha urgentemente las nuevas reglas de explotación del trasvase, con las que el Ministerio de Transición Ecológica lleva un notable retraso, y los caudales ecológicos mínimos, siempre con el objetivo final de cerrar el trasvase de forma progresiva y sustituirlo por el abastecimiento con desaladoras. Este asunto ha sido central en la política de Page en Castilla-La Mancha en sus nueve años de mandato.

El líder castellano-manchego también quiere hablar con Sánchez de infraestructuras, empleo, desarrollo energético e inversiones empresariales, con la finalización del AVE Madrid-Toledo-Talavera-Extremadura como uno de los ejes principales, además de la construcción de nuevas autovías. Page le pedirá a Sánchez que resuelva cuanto antes el "cuello de botella" que se está produciendo en Castilla-La Mancha con el suministro eléctrico, y que amenaza la viabilidad de algunas inversiones empresariales en la región, pese a que la comunidad castellano-manchega es líder nacional en generación de energías renovables.

Un raro ambiente

El encuentro Page-Sánchez va a tener, por tanto, una agenda intensa. Y se celebra, además, en un contexto político lleno de interés, con la posibilidad abierta, aunque de momento poco probable, de que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE quiera "mover la silla" de Page como líder de los socialistas castellano-manchegos en el Congreso Regional del partido fijado para los días 18 y 19 de enero.

Antes de esa cita, el PSOE tiene que celebrar, a finales de noviembre en Sevilla, el Congreso Federal que reelegirá a Sánchez como secretario general y consolidará su poder político. Lo más llamativo de esta semana en este ámbito ha sido la negativa de Page, igual que Lambán, a entregar a Sánchez su aval para esa reelección.

La previsión es que Page, en todo caso, salga reelegido en enero de su Congreso Regional, pero la hipótesis de unas primarias con un candidato alternativo sigue abierta y en el aire, con el nombre de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, sonando en las quinielas. Todas las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL EL DIGITAL CLM en los últimos días consideran "improbable" que Sánchez vaya a desalojar a Page en Castilla-La Mancha.