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El borrador del Plan Regional de Biometanización de Castilla-La Mancha ha desatado una confrontación entre Ecologistas en Acción y el Gobierno regional después de que el colectivo ecologista ha presentado alegaciones al documento, calificándolo de "lavado verde" y acusando a la Junta de elaborar un plan a medida de los intereses de la industria cárnica, las corporaciones energéticas y la patronal del biogás.

Según Ecologistas, el plan no establece límites al tamaño de las plantas de biogás, lo que dificultará que pequeñas explotaciones agrícolas y ganaderas puedan gestionar sus residuos de manera sostenible.

Además, critican que las plantas de grandes dimensiones incrementarán riesgos sociales y ambientales, como incidentes y toxicidad de emisiones, y aseguran que las distancias mínimas con los núcleos urbanos son insuficientes.

También denuncian que el modelo podría atraer residuos de otras regiones, aumentando la huella de carbono por transporte, y que las cifras de empleo están "hinchadas" debido a la automatización de las instalaciones.

"Da soluciones"

Como respuesta, la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ha afirmado durante una rueda de prensa que el plan "da soluciones a problemas existentes" y acusando a los ecologistas de no haberse leído el documento durante el periodo de información pública.

Gómez ha defendido que el plan busca valorizar los residuos generados en la región, incluyendo purines, estiércoles y residuos de almazaras y bodegas, para producir biometano y abono de alta calidad que sustituya productos inorgánicos dañinos para el medio ambiente.

Además, la consejera ha subrayado que las plantas de mayor capacidad permiten un tratamiento más eficiente al combinar diferentes tipos de residuos y ha señalado que el plan contribuirá a la transición hacia energías más limpias, como el biometano en lugar del gas fósil.