Emiliano García-Page, el barón autonómico más díscolo con Pedro Sánchez, ha evitado este domingo formar parte de la foto de la ovación final al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE y no ha asistido al mitin de cierre del 41 Congreso Federal de los socialistas en Sevilla. De hecho, antes de la clausura ya estaba de vuelta a Toledo.
La ausencia de Page en el momento de la aclamación de todo el partido a Sánchez, adelantada este sábado por EL ESPAÑOL, se ha confirmado finalmente y el presidente de Castilla-La Mancha ha eludido arropar al líder socialista, escenificando así la enorme distancia política y personal que mantiene con el inquilino de la Moncloa.
La marcha adelantada de García-Page del Congreso Federal ha sido explicada oficialmente por "problemas de agenda" y un "compromiso personal", pero otras fuentes cercanas al presidente castellano-manchego han reconocido que la negativa del presidente de la Junta a quedarse al mitin de Sánchez tiene también el objetivo de evitar la foto de todos aplaudiendo al secretario general y él sentado de brazos cruzados.
Page, el disidente
Estaba claro que, si Page se quedaba al mitin de Sánchez, no hubiera participado de la ovación final y esa imagen sentado, en solitario y sin aplaudir se ha querido eludir, más aún ante un Congreso Federal marcado por el absoluto cierre de filas de todo el PSOE en torno al secretario general.
El líder de los socialistas castellano-manchegos ha protagonizado desde hace tiempo numerosos encontronazos políticos y discrepancias con Pedro Sánchez y las políticas de su Gobierno, como es de sobras conocido.
Incluso en el Comité Federal de octubre de 2023, Page fue el único que se quedó sentado y sin aplaudir cuando el resto de los presentes ovacionaban al secretario general en medio de la polémica por la amnistía a los líderes del separatismo catalán.
Contra el argumentario oficial
Como viene informando EL ESPAÑOL-EL DIGITAL CLM, Page ha vuelto a ser protagonista en este Congreso Federal por saltarse el argumentario de Ferraz y mostrar abiertamente sus posiciones críticas en cuestiones tales como la dimisión del líder madrileño Juan Lobato o el fuerte victimismo exhibido por el aparato del partido frente a los numerosos casos de corrupción que el PSOE tiene abiertos.
En contra de la posición oficial, Page ha defendido a Lobato y, respondiendo a la tesis de la "cacería humana" expuesta ante el Congreso por el secretario de Organización, Santos Cerdán, ha considerado "preferible no ocupar ese papel de víctima" y hacer un poco de "autocrítica" desde la dirección del PSOE.
El líder castellano-manchego tampoco ha puesto la mano en el fuego por la Moncloa en relación a la filtración de documentos reservados del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. "Nunca nadie superó la prueba de poner la mano en el fuego, no es recomendable, te quemas seguro", dijo Page este sábado respecto a este caso que se dirime en el Tribunal Supremo.
Sólo sanchistas
"La política que se hace en Madrid es una máquina de picar carne" y "estamos destrozando capitales políticos a pasos agigantados" son otras dos frases pronunciadas este sábado por Page ante los medios a las puertas del Congreso Federal de Sevilla.
La distancia sideral entre Page y Sánchez también ha quedado reflejada en la composición de la nueva Ejecutiva Federal del PSOE, en la que Ferraz no ha incluido a ningún dirigente del entorno del presidente de Castilla-La Mancha, algo que en el Palacio de Fuensalida obviamente tampoco se esperaba ni ha sorprendido.
Como hemos informado, las sanchistas Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda, y Milagros Tolón, delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, son las dos únicas castellano-manchegas que forman parte de la Ejecutiva que sale de este cónclave sevillano, donde Sánchez ha sido recibido este domingo como una estrella entre grandes aplausos y muestras de cariño.